La historia va mezclando el suspenso y lo enigmático entre un viudo llamado Toco (José Luis Gioia, retorna a la pantalla después de la película ganadora de un Premio Oscar “El secreto de sus ojos”, 2009), que vive aislado de todo y cuya única compañía son sus perros del trineo conjuntamente con un paisaje nevado que conforma un personaje más, hasta que un día aparece Vicente (Gastón Pauls, “Días contados”) que debe quedarse allí de forma circunstancial, a raíz de ese momento va creciendo una amistad impensada y cada uno aprende del otro sin conocerse del todo. Casi al mismo tiempo surge el personajes de Tomás (Víctor Laplace, “Cerca de la frontera”) un ser sin escrúpulos, que solo desea apoderarse del lugar sin importarle nada.
Esta es la cuarta película de Alex Tossenberger, y en esta oportunidad toca temas relacionados con la ecología, con unas pinceladas de western, se van logrando buenos climas entre su desarrollo, el elenco y el paisaje, fruto de ser un conocedor de las locaciones: Ushuaia, Tierra del Fuego y esa belleza que tienen sus bosques, valles y montañas, varias secuencias son como un cuadro, en esos escenarios naturales. Es sobresaliente la fotografía de un lugar muy conocido por ellos y hasta el final no se devela mucho donde el director Tossenberger muy astutamente le da un giro inesperado.