Entre el amor y el deber.
Año 1837. ¿Quién no sueña con ser una princesa?. Esa es la pregunta que desliza la historia y la respuesta es si está realmente preparada para ocupar ese rol en Inglaterra. Joven y también inocente, Victoria (Emily Blunt, nominada al Globo de Oro por este papel) está en el medio de una feroz lucha por obtener el poder de la corona. Su tío, el Rey WILLIAM (Jim Broadbent), está muriendo y es ella quien sigue en la línea de mando.
Victoria es controlada de cerca por su madre, La Duquesa de Kent (una estupenda Miranda Richardson), y por su ambicioso consejero, CONROY (Mark Strong, el actor de Sherlock Holmes). Victoria los odia a ambos, pero también los necesita. Y las cosas se complican con la llegada de un invitado (Ruper Friend, en muy buena interpetación) que intenta robar su corazón..
Una cosa es lo que dice el corazón y, otra, las imposiciones e intereses políticos.