La película, con guión de Tom Vaughan y los hermanos Spierig nos trae la historia acerca de la maldición de la casa de la viuda de William Wirt, quien falleció en 1881 a raíz de una tuberculosis, y quien fuera el fundador de la Empresa de Rifles Winchester Repeating Arms Company. Luego de su muerte, su esposa, Sarah (impecable Helen Mirren) sufrió otro golpe, la muerte de su única hija, Annie.
A partir de allí, comienza una loca carrera de "construcción" que se traduce en agrandar su mansión a lo largo, ancho y alto, convirtiéndola en una casa de más de cien habitaciones que no conducen a ningún lugar. Según la Sra. lo hace guiada por espíritus que se lo ordenan y para cada uno hace un cuarto y los encierra ahí. Y todos ellos fueron víctimas de los rifles Winchester. Para evaluar la salud mental de la viuda, quien vive con su sobrina Marion (Sarah Snook) y el hijo de ésta, Henry (Finn Scicluna-O'Prey) quien será el destinatario de ciertos "embrujos", llegará a la casa ubicada en San José, California, el psiquiatra Eric Price (Jason Clarke).
Algunos sustos, no muchos, un final que cierra y una muy buena actuación de Helen Mirren. Muy buena dirección de arte y recreación de época. No mucho más, de todas formas, se deja ver.