Los hermanos Michael y Peter Spierig, en franco ascenso en la industria (hicieron el regreso de "Jigsaw" en 2017), vuelven a la carga con un film de terror, de estructura clásica, basado en una serie de relatos biograficos sobre la mujer que lideraba la acciones de la famosa compañía de rifles de repetición americanos: Sarah Lockwood Winchester.
Al parecer (y esto si es parte del contexto histórico), esta mujer, Sarah (jugada en el film por Helen Mirren), sentía un gran dolor y preocupación por las víctimas fatales que se desataban por la creación máxima de la familia: el rifle a repetición.
Esa arma era utilizada en su tiempo mucho, y ella creía (al parecer), que esos espíritus venían a su casa a reclamar paz.
De ahí que se le ocurrió la idea de tener una casa enorme, y de ir construyendo habitaciones y ambientes en forma sucesiva, decorados o funcionales para cada persona que presumiblemente había muerto, y cuyo espíritu visitara la casa Winchester.
Digamos entonces que este era "su" mecanismo para limpiar la culpa por haber generado la máquina que quitaba vidas. Ella parece haber estado buscando contener a esos enojados y dolorosos espíritus atenuando su situación de dolor y angustia...(dicen sus múltiples biógrafos)
Recordemos que su marido había muerto de tuberculosis y su hija recién nacida también. Sin dudas, Sarah era una mujer poderosa y conflictuada, rol que define por excelecia a Helen Mirren. El rol le calza como un guante de seda. Convengamos que la historia luce interesante. Los Spierig parten de un hecho popular, imaginan un escenario y lo recrean con cast que lidera Mirren, centro del juego en cualquier cinta donde participe.
Aquí la trama comienza cuando la compañía, intentando quitarle el control de las acciones a Sarah, envía a investigar que sucede en la casa (y con la clara intención de declararla insana)a un psiquiatra de nombre Eric Price's (Jason Clarke). El es bastante escéptico del tema de los espíritus y sus manifestaciones.
Pero intenta hacer su trabajo con algo de decoro... Sarah (Mirren)... Está en otra sintonía. Tiene muchísimo dinero y... algún tornillo le falta. La actriz británica se luce componiendo otro personaje que si lo hiciera otra intérprete, sería un impresentable. Ella se las arregla para convencernos de la locura de la viuda Winchester sin demasiados problemas.
La cinta propone sustos, puertas que se abren y cierra, presencias amenazantes, seres inmateriales que deambulan, ceremonias de invocación...
Bueno, todo lo que ustedes ya se deben imaginar. Nada luce demasiado especial, pero se nota el esfuerzo por invitar a una inmersión emocional en la temática del film... Clarke hace lo que puede con su rol (no ofrece demasiados matices), y el resto del cast no aporta demasiado. "Winchester" transcurre como una especie de "The Conjuring" fuera de registro y levemente bizarra. Es una sensación extraña, pero no parece "orgánica" (se que mi referencia no fue de lo mejor pero...).
Hay preocupación de sobra por asustar y mostrar locura, y lo cierto es que pasados unos minutos, esperamos con ansias construcciones con giros y color, y la verdad, esto no sucede. La trama, cuando promedia el film, se vuelve previsible y repetitiva y si no fuera por el trepidante final, nos dejaría un gusto amargo en la boca.
Más allá de eso, "La maldición de la casa Winchester" es un film que se deja ver y se sostiene por la calidad de una actriz que siempre hace bien disfrutarla en pantalla. No es quizás todo lo que esperan, pero tampoco saldrán defraudados.