Fuerte cuadro de una sociedad inmoral
El título de este inquietante drama rumano es "La mirada del hijo", pero la que mira más fuerte es la madre, una profesional de peso, acostumbrada a imponer su voluntad y contrariada porque el desamorado de su hijo decidió hacer rancho aparte y llevar adelante su vida con una chica que no es precisamente como ella quisiera. Pero de pronto el hijo, que ya es un tamaño gandul, atropella a un pibe y corre el riesgo de ser condenado por homicidio culposo. Ahí es donde la mujer saca las uñas y apela a todos los recursos que sabe usar, y otros más, en el esfuerzo por evitar que el nene vaya a donde le corresponde. Esos recursos podrían ser corrupción de testigos, alteración de pruebas, intento de "arreglo extrajudicial" con los padres de la víctima, en fin, nada es suficiente, y encima el sujeto no colabora ni agradece como corresponde. Sólo la burocracia colabora, con sus resabios de cinismo e indiferencia cívica. Y con su capacidad para cobrar en exceso lo que sea.
Fuerte cuadro de una sociedad inmoral, duro retrato de una relación enfermiza, buena historia con un final contundente y amargo, El film se concentra en el accionar de la madre, y tiene para ello una intérprete brillante, Luminita Georghiu, ya vista en "4 meses, 3 semanas, 2 días" y "La muerte del señor Lazarescu". Lástima que tenga a un muerto de frío en el manejo de la cámara, que se mueve todo el tiempo y termina cansando más que la mujer y el ingrato del hijo. En fin, ser moderno tiene sus desventajas.