Earl Stone es un florista anciano, veterano de guerra, y por sobre todo, un pésimo marido y padre. Luego de que el banco anuncie el remate de su propiedad, y con su nieta como único familiar que le habla; a Earl le llega una extraña posibilidad de trabajo: transportar cocaína para un cartel mexicano. Mientras la DEA va acercándose a atrapar a los traficantes, Earlempieza a amasar una pequeña fortuna, utilizando el dinero para contentar a su nieta y amigos; sin saber que él mismo está poniéndose en el ojo de la tormenta.
Luego de diez años, Clint Eastwood retorna a la actuación, dándose el protagónico de su nueva película. Y pese al shock inicial que causa verlo ya a sus 90 años, el viejo Clint se mantiene aún en forma, pese a que La mulano es del todo lo redonda que se podría esperar.
Pese a que vuelve a interpretar su ya clásico viejo cascarrabias de buen corazón; el personaje tiene los suficientes matices como para volverse querible. Aunque esto solo vemos con el protagonista, porque no sucede lo mismo con los roles secundarios, ya que casi ninguno tiene demasiada profundidad, y solo sabemos lo justo y necesario de cada uno.
Pero donde mas falla La mula, es en la historia. No porque sea aburrida o incoherente con lo que propone; sino porque en más de un momento, sobre todo cuando ya sabemos como es el nuevo trabajo de Earl, el guion parece no avanzar, estancándose en más de una ocasión, dando como resultado, el tener que presenciar situaciones que se repiten sin aportar nada más que puros minutos de relleno.
A eso debemos sumarle que el final se siente precipitado; como si fuera escrito a las apuradas debido a que ya el film se había estirado más de lo necesario en el segundo acto. Quizás con veinte minutos menos, tendríamos una película más redonda. O, en todo caso, con ese tiempo siendo usado para el tercer acto.
De todas formas, La mula tiene varias cosas para destacar. Una de ellas, como ya dijimos, son las actuaciones, pese a que casi ningún personaje tiene la construcción necesaria para conocerlos a fondo. Otra de ellas son los constantes gags que pululan por toda la historia. Sobre todo, los que son entre el obvio choque de realidades que sucede cuando una persona de 90 años se convierte en mula de narcotraficantes.
Toda película de Clint Eastwoodque se estrena, llama la atención casi de inmediato. ya sea porque puede ser la última obra que veamos de este veterano realizador; o porque Clint tiene en su historial obras maestras. La mula esta lejísimos de entrar en la categoría recién citada; pero no por eso es una mala propuesta en este inicio de año.