Teatro filmado de Polanski al servicio de excelente Seigner
Una Emmanuelle Seigner de gran lucimiento y un Mathieu Amalric concebido a imagen y semejanza de Roman Polanski joven protagonizan “La piel de Venus”, film que en ningún momento consigue disimular su origen teatral.
La realidad y la ficción se mezclan en una noche de lluvia en la que una actriz impresentable llega tarde al teatro donde hasta hace un rato un director estaba tomando el casting para su nueva obra, una adaptación de "La Venus de las pieles" de Sacher-Masoch, la novela que dio lugar al término "masoquismo".
La sorpresa es que la actriz, que ni siquiera estaba anotada para el casting, no sólo se sabe de memoria el texto y lo interpreta maravillosamente bien, sino que incluso logra que el adaptador y director de la obra, al tener que replicar sus diálogos se meta totalmente en la performance. Esto provoca ciertos momentos incómodos y extraños, incluyendo una novia que lo espera para cenar y lo llama constantemente interrumpiendo el inesperado ensayo.
La actriz no sólo se llama igual que su personaje, sino que entre otras curiosas casualidades, sabe todo sobre iluminación escénica y hasta tiene a mano vestuario de época para el director, que de pronto parece ser el que va a ser dirigido.
La carrera de Roman Polanski ha brillado especialmente en dramas con situaciones absurdas y claustrofóbicas que podrían parecer teatrales, a pesar de su raíz ciento por ciento cinematográfica. Pero aun para un talento del calibre del director de "Repulsión", "Barrio Chino" y "Tess", el teatro filmado puede terminar siendo una opción ante la falta de posibilidades de concretar proyectos dignos de uno de los grandes cineastas de todos los tiempos.
El film anterior de Polanski. "Carnage" ("Un dios salvaje", 2011), también era teatro filmado, pero Polanski tenía un tema contemporáneo y varios personajes con los que podía jugar a darle buen camuflaje cinematográfico a un texto teatral, a desarrollar en el departamento donde transcurría la acción (locación que al incluir distintos ambientes ayudaba a convertir la obra teatral en película).
En cambio, "La piel de Venus" es teatral por todos lados, aun con Polanski adaptando la obra junto con su autor, David Ives, para darle el giro personal de enfrentar a su mujer, Emmanuelle Seigner, con un Mathieu Amalric concebido a su imagen y semejanza de décadas pasadas, por ejemplo cuando dirigía y protagonizaba "El inquilino".
Ambos intérpretes pasan por todos los rangos emocionales, y la que se luce es Seigner potenciando los detalles humorísticos y eróticos de la obra teatral, que nunca termina a traducirse del todo al lenguaje del cine.