Equilibristas de la vida
A la manera de una película familiar, y rodada con cámara en mano, los realizadores Rainer Frimmel y Tizza Covi (quienes vienen del documental) plasman en imágenes un microcosmos de lucha y supervivencia cotidiana.
La acción gira alrededor de dos artistas de un precario circo ambulante de las afueras de Roma. Patty, una mujer robusta y de pelo rojizo, y Walter, su marido, quienes practican el tiro del cuchillo, el equilibrio con los platos y otras atracciones para su show. Pero todo cambia cuando Patty pierde a su perro y encuentra a Asia, una niña de dos años que ha sido abandonada por su madre. Ellos formarán, junto a un adolescente, una familia nómade mientras esperan que la madre de la criatura vuelva.
La Pivellina acierta en su pintura neorrealista y no da demasiadas explicaciones. Combina dos mundos, uno ficticio, y otro real y tangible, que tiene que ver con la infancia perdida y la adopción. No sólo Asia está librada a la buena de Dios en este relato en el que todos buscan formar una familia. Y no se trata de una función más.