El nuevo trabajo del director John Curran ("We Don't Live Here Anymore", "The Painted Veil") es un drama psicológico con trasfondo religioso/espiritual que no logra convertirse en un thriller como pretende.
La historia (un oficial de libertad condicional y marido conservador es manipulado por un preso y su seductora esposa con el objetivo de conseguir su libertad) tiene un desarrollo lento y repetitivo que no consigue atrapar al espectador en ningún momento.
Con una puesta en escena por momentos demasiado teatral, "Stone" se apoya en el duelo actoral que Edward Norton y Robert De Niro (ambos con buenas actuaciones) mantienen durante sus entrevistas, pero esto sólo no alcanza para transformarla en una propuesta interesante o recomendable.