Después de colaborar en Cuenta Final -que significó el último trabajo del gran Marlon Brando- John Curran decidió volver a juntar a Robert De Niro y Edward Norton, y casi diez años después de aquella película, ahora ha llegado a nuestras carteleras La Revelación.
La Revelación gira en torno a Jack Mabry que es un oficial de libertad condicional que se encuentra viviendo sus últimos días en su cargo debido a su inminente jubilación. Dentro de sus casos se encuentra con el manipulador Gerarld Creeson, un preso que quiere ganarse la libertad condicional luego de pasar más de 8 años en la cárcel por participar en el homicidio de sus abuelos.
Creeson -apodado Stone- necesita convencer a Jack para poder salir de prisión anticipadamente y para ello intentará demostrarle que ha cambiado de actitud, que ya se ha rehabilitado y que ha pagado por el crimen que cometió. Lamentablemente para él, Jack no cree demasiado en las palabras de Stone, pero esto comenzará a cambiar cuando la mujer del reo entre en acción para seducirlo y finalmente lograr la aprobación del oficial para sacar a su marido del aislamiento.
La historia al comienzo se plantea como un thriller donde las acciones de los protagonistas definirán el futuro de la película, aunque lamentablemente con el pasar de los minutos la trama se volverá terriblemente cansina y carente de emoción, debido al empesinamiento de Curran en contarnos las situaciones dramáticas de los protagonistas. Es como si la cinta nunca terminara de arrancar.
El quiebre de la película se da cuando Jack se acuesta con Lucetta. Allí se espera que el film comience a desarrollar las cuestiones abiertas en la primera parte -como la ríspida y tirante relación de Norton y De Niro- algo que jamás sucede, inclinando a la obra hacia un insoportable drama que nos contará las cuestiones psicológicas de los personajes principales, dejando de lado muchos de los conflictos que se conocieron en la primera hora y que resultan los momentos más interesantes.
A pesar de plantear una interesante trama del bien contra el mal que con el pasar de los minutos se verá teñida de grises en ambos protagonistas, la película nunca logrará transmitir la tensión necesaria para que podamos meternos dentro de la historia. Curran se enreda en su propia telaraña de simbolos y pasajes bíblicos que al comienzo son interesantes, pero que luego terminan siendo una insoportable redundancia sobre los diálogos y lo mostrado en las escenas. Hasta termina siendo pretenciosa.
Quizás lo único rescatable en este bodrio llamado originalmente Stone son algunas escenas que llevan adelante el trío protagonista. Robert De Niro tiene una actuación creíble matizada con sus gestos y caras habituales. Su contrapunto en la película es Edward Norton destacándose con una labor interesante, que en la segunda parte del film desbarranca por completo con una caracterización carente de expresión. Por último tenemos a Milla Jovovich con una sensual caracterización que roza permanentemente la sobre actuación, pero que en el resultado final es la que mejor cumple con su papel.
La Revelación es un intento pretencioso de John Curran donde solo se pueden destacar algunos momentos de la primer hora a cargo de las actuaciones de sus principales protagonistas.