Estudiantes a luchar
Sandra Gugliotta se corre de la ficción para adentrarse en el mundo de lo real. En La toma (2013), la directora de Las vidas posibles (2007) se mete en el universo del colegio Nicolás Avellaneda de la ciudad de Buenos Aires para enfocarse en una de las tantas tomas estudiantiles que ocurrieron durante el año 2010.
La toma retrata de manera singular y sin la creación de héroes ni villanos la situación por la que atraviesa la educación pública porteña. Y para hacerlo se introduce dentro del mítico colegio secundario Nicolás Avellaneda, donde alumnos, padres y profesores llevaron y llevan adelante una lucha constante por las mejoras estructurales de la educación pública.
Valioso como documental, La toma se aleja de la mirada mediática, que rodea a este tipo de protestas, para seguir de cerca el antes, durante y después del periodo de lucha. Mostrando las contradicciones, aciertos, desprolijidades y la coherencia que lleva a un grupo de estudiantes a tomar una decisión tan radical, y a la que muchas veces desde sectores de la derecha se juzga sin saber bien las razones lógicas del verdadero conflicto.
La mayor virtud de Sandra Gugliotta es la de mostrar todos los frentes del conflicto con el mayor pluralismo posible. La actitud de los alumnos, la de los padres como también la del cuerpo de profesores con sus lados buenos y malos aparecen en el film. Están aquellos comprometidos con una causa pero también los que van sólo a clase por obligación o sin ningún tipo de interés. Cómo también los que ven una toma como un divertimento más o los que esperan que sus compañeros actúen por ellos. Pero también hay de los otros, los que luchan, se juegan, discuten con fundamentos y enfrentan a los "superiores" por una causa que creen justa y necesaria para una educación mejor.
Mostrar las dos caras de la misma moneda y sin ningún tipo de panfletariado es lo que convierte a La toma en un documento único y de visión obligatoria para entender la realidad de la educación pública porteña, y que es lo que lleva a un grupo de alumnos a actuar de una forma que concentra tantos adeptos como descalificadores.