Todo cambio es mejor
- Martina Gusmán, silencio prolongado, premio Revelación en los "Martín Fierro y jurado oficial en el Festival Cannes 2011.
- Pablo Trapero, silencio prolongado, uno de los referentes más importantes del nuevo cine Argentino.
- Un pueblo, silencio prolongado, algo pasa, silencio prolongado, todo cambia.
No es la promo de cortos I-sat ni el adelanto del próximo estreno del programa conducido por unos de los protagonistas de este film. Pero bien podría serlo si Alan Pauls la presentara.
La vida nueva nos sitúa en la provincia de Buenos Aires para contarnos una historia donde los planteos de sus protagonistas suelen ser bastante frecuentes en la vida de un pueblo que se precie como tal.
Así es como Laura (Martina Gusman), una profesora de piano que acaba de enterarse que esta embarazada, Juan (Alan Pauls), su marido un próspero veterinario que es testigo de un grave incidente que involucra altos funcionarios y Benetti (Germán Palacios), un viejo amor de Laura que vuelve y cambia todas las piezas del tablero, son los personajes de una trama que promete ser interesante.
Pero tanto las acciones como los silencios y los diálogos son de una lentitud y frialdad que distancian la narración del espectador. No desarrolla ninguna de las vetas propuestas al comienzo y narrativamente va y viene por diferentes géneros sin anclarse en ninguno y desorientando la mirada. Vale destacar, a modo de ejemplo, aquella escena muy bien lograda en la que Laura escucha ruidos y sale al campo a ver que pasa manteniendo la tensión hasta el final de la misma. Momento infaltable en los grandes clásicos de terror de los 80`en los que jóvenes adolescentes eran asesinados uno a uno en las afueras de la ciudad, pero en La vida nueva sólo es un hecho aislado y desaprovechado que poco aporta.
La película posee muy buena factura técnica a nivel visual y sonora (algo que comienza a ser denominador común desde hace un tiempo en todo el cine argentino considerando la gran capacitación de nuestros técnicos y los avances tecnológicos sea en las emulsiones para el fílmico y el HD para el digital), con una destacada dirección de arte de Laura Caligiuri y fotografía a cargo de Fernando Lockett, pero no alcanza.
Desaprovecha la geografía, los personajes y sus móviles, sobre todo la trama policial que atraviesa la obra, y un reparto que podrían haber hecho de esta historia un interesante thriler de costumbres locales. Me viene a la memoria Lazos de sangre (Winters Bone), un muy buen thriller cuya historia transcurre en un perdido pueblo americano donde la expresión "Lo que pasa en el pueblo o la familia queda en ......" mobiliza el relato. Pero en este caso quedará en la anécdota. Como dice el titulo de esta nota, todo cambio en la vida (de esta historia) será mejor.