El chico de al lado
Una grata sorpresa resulta este film nacional dirigido por Pablo José Meza (el mismo de Buenos Aires 100 km) que echa luz sobre la vejez y coloca su mirada en una anciana que habita un departamento que parece haberse detenido en el tiempo. Allí sólo se escucha el sonido de un canario y del televisor.
Rosa (Adriana Aizemberg) es una mujer de 81 años que habita el noveno B. Su vida cambia para siempre cuando el ascensor queda trabado y conoce a Marcelo (Martín Piroyanski, el prometedor actor de XXY y El frasco). Ella le ofrecerá casa y comida a cambio de "charlas" y el joven estudiante, que trabaja en una fotocopiadora y como volantero, acepta gustosamente.
El relato tiene puntos de contacto con Besos en la frente (que protagonizaron China Zorrilla y Leonardo Sbaraglia); y La vieja de atrás arriesga que la comunicación entre dos personas de diferentes edades es posible. Y el realizador lo hace pausadamente (pero no aburre), con el ritmo que impone el oscuro departamento y lo contrasta con el caos que viene del exterior. Es el retrato de alguien en el ocaso y del "chico de al lado" que comienza a dar sus pasos en la gran ciudad.
Adriana Aizemberg convence en su rol de anciana desprotegida y tiene un protagónico más que merecido luego de A través de sus ojos (2006). El elenco se completa con Marina Glezer, una estudiante que trabaja como secretaria de su madre. Y cuyas flores parecen marchitarse.