Relatos de una lengua condenada
El documental de Marina Zeising se centra en Blas Jaime, el último hablante de la lengua chaná, etnia de Sudamérica que se consideraba extinguida desde hace más de 200 años. La figura de este hombre sencillo, ex predicador mormón, y sus explicaciones sobre la cultura de la que es único heredero resultan fascinantes. Pero el documental pierde el foco siguiendo a otros personajes que están a su alrededor y subrayando mediante una voz en off reflexiones sobre la matanza de los pueblos originarios y la ofensiva realizada para borrar sus culturas.
Ninguno de estos textos consiguen el impacto del propio Blas contando que les cortaron la punta de la lengua a las niñas chaná para que no pudieran hablar su idioma y transmitirlo a las siguientes generaciones. En esa breve escena el mensaje es mucho más fuerte y claro.