Mi lenguaje es todo lo que tengo
Los vestigios de una cultura perteneciente a uno de los tantos pueblos originarios masacrados por los españoles en sus aires de conquista y por la complicidad local durante otro período forman parte de la misión de rescate más ambiciosa, pero necesaria para preservar la identidad y una forma de ver el mundo diametralmente opuesta a la del conquistador.
Ese es el resabio que gracias a la persistencia del último sobreviviente parlante de la etnia Chaná terminó en la reconstrucción de un lenguaje y, por ende, como el reflejo a través de ese lenguaje de una cultura e idiosincrasia poco retratada o alterada por historiadores y antropólogos.
El encuentro de Blas Jaime, portador de la historia de su pueblo, y el investigador del CONICET Pedro Viegas Barros es un ejemplo que reduce la brecha de las culturas y deposita la esperanza en una reparación histórica vital y urgente.
Las imágenes de este documental hablan por si solas, porque rescatan en el testimonio viviente de Blas su enorme sabiduría y humildad como primera lección de vida más que de historia.