Atrapante relato sobre aquello que no se puede perder, la identidad, y la dificultosa tarea de recuperar, aunque sea de manera documental y cinematográfica, aquello que se está por perder para siempre
La realizadora logra empatizar con Blas, su objeto de estudio y también su compañero, configurando un espacio narrativo simple y concreto para revelar una vez más la naturaleza destructiva del hombre.