Una historia fuerte que se encuentra bien narrada, bien intimista, el director trabaja cada detalle y plano, con un soberbio trabajo de la actriz Ana Brun que interpreta a Chela, a través de ella vamos disfrutando todo, desde su mirada, sucede al espectador, atrapándolo y logra que este empatice con ella, que se meta en el personaje.
Tiene cierto toque humano y social, habla del amor, del deseo, de las pérdidas y del descubrirse en una cinta delicada, donde maneja muy bien la sutileza, se generan climas y atmósferas, las actrices le dan buenos matices a sus personajes, con un toque de humor, psicológico e intimista.