Ante todo, La Confesión al resguardo
En el marco de la Semana de Cine Italiano que transcurre del 2 al 8 de Junio, se exhibe por primera vez en nuestro país el film del director Roberto Ando -quien pasó recientemente por Buenos Aires-Las Confesiones, una película que nos mantendrá mediante su suspenso intrigados de principio a fin tratando de develar el misterio de un homicidio del cual hasta un sacerdote será sospechoso.
Por Denise Pieniazek
Las Confesiones (Le Confessioni, 2016) relata un encuentro de los ministros de los países más potentes del mundo para decidir el futuro de la economía mundial. Ambientada en Alemania en un hotel lujoso con el Director del FMI (Fondo Monetario Internacional) Daniel Roché como anfitrión, se llevará a cabo está cumbre que reúne ministros de Rusia, Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Japón e Italia. Lo peculiar de dicho encuentro reside en que por decisión del anfitrión francés se invitará además a participar a una exitosa escritora de libros infantiles, un músico que dirige varias ONG y a un monje italiano. Este sacerdote llamado Roberto Salus, es interpretado magníficamente por el actor Toni Servillo -quien ya ha trabajado con el director del film en Viva la Libertad (2013) y seguramente muchos lo recuerden por su personaje en el largometraje La grande belleza (2013).
En esta cumbre política ocurrirá algo inesperado, la misteriosa muerte de uno de estos personajes. A partir de allí una investigación se llevará a cabo con el fin de encontrar el culpable, en la cual todos serán sospechosos, incluso el mismísimo monje. Este sacerdote, no entrará en pánico y mantendrá la calma propia de una persona de fe mostrando la paciencia y templanza de la filosofía oriental, pese a ser puesto bajo la mirilla, ya que es el último que ha conversado con el difunto. Una vez desatado el conflicto y con pocos personajes que deberán permanecer todos bajo el mismo escenario- recurso recurrente en el cine, pensemos por ejemplo en 12 Hombres en pugna (1957)- se mostrarán los vínculos sentimentales y políticamente convenientes que se desplegarán a raíz de los diversos intereses.
Las Confesiones tiene una estrecha relación de intertextualidad con el film I Confess (Mi secreto me condena, 1953) de Hitchcock, perteneciente al género del film-noir. En dicho policial negro un sacerdotal está bajo sospecha por un asesinato que sólo podrá ser aclarado rompiendo el secreto de confesión. En contraposición en Las Confesiones sucede lo opuesto, puesto que el monje intentará resguardar pese a que su vida esté en peligro el secreto.
Para concluir Las Confesiones es exquisita a nivel formal y estético acompañando en perfecta concordancia la narrativa que dosifica la información de forma ingeniosa. En algunos casos dicha dosificación recurre a los vaivenes temporales y al uso del flashback generando un relato anacrónico que nos mantendrá intrigados de principio a fin, y cuyos toques de humor irónico en medio del suspenso funcionaran de forma efectiva, sin dudas el film italiano por su picardía e ingenio vale la pena ser visto.