Virtuosa en lo formal, construida a puro plano secuencia hipnótico y revelador, este film de Jazmín López, ganador en el último Bafici, muestra -más que “narra”- el vagabundeo de un grupo de adolescentes por diferentes lugares, mientras juegan con el lenguaje y tratan de seducirse. El viaje a ninguna parte que es a todas revela una tranquila desesperación y habla del fin del mundo. Una película extraña para nuestro cine.