En Lo que fuimos encontramos el clásico drama sobre enfermedades del canal Lifetime, con la diferencia que tiene un reparto de lujo que supo ser muy bien aprovechado por la directora Elizabeth Chomko.
Una actriz que hizo la mayor parte de su carrera en roles secundarios para televisión y con este proyecto consiguió un gran debut como realizadora.
Las historias que giran en torno a la demencia siempre son durísimas de ver por las situaciones que plantea el concepto de la afección degenerativa.
El relato de Chomko explora las ramificaciones emocionales que tiene en una familia este tipo de conflictos desde una mirada muy realista que evitó el exceso de melodrama o los clichés hollywoodenses.
La dupla que conforman Hilary Swank y Michael Shannon como los hermanos que deben lidiar la situación de salud de su madre, a cargo de una sólida Blythe Danner, representa la principal atracción de esta propuesta.
Shannon especialmente está excelente en su rol y domina muy bien algunos momentos de humor negro que funcionan para descomprimir un poco la tragedia familiar que enfrentan los protagonistas.
No es tan sencillo incluir ese tipo de diálogos en esta clase de películas y el guión de la directora es impecable en ese sentido.
Juan Campanella en su momento hizo algo parecido en El hijo de la novia que comparte una temática similar.
La mayor debilidad de Lo que fuimos es que por momentos se desbanda con las numerosas subtramas que incluye el relato de la directora, muchas de las cuales no son interesantes y alejan la atención del conflicto central que es lo importante.
Este tipo de historias son muy especiales ya que hay gente que prefiere evitarlas directamente por los temas que se abordan.
En ese sentido cabe resaltar que la dirección de esta producción nunca cae en golpes bajos ni manipula las emociones del público.
Tampoco ofrece nada nuevo dentro de la temática, pero logra ser una película decente que se aprecia principalmente por la labor del reparto.
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