Los actores, todos brillantes, le ponen intensidad a esa idea de rodear a alguien cuyo pasado y presente se disuelve de modo irreparable por el Alzheimer.
Los dramas centrados en el Alzheimer tienen la virtud de que en seguida golpean al espectador y el defecto de que uno ya sabe cómo esquivar el golpe.
Aquí no tenemos excepción: los actores, todos brillantes, le ponen intensidad a esa idea de rodear a alguien cuyo pasado y presente se disuelve de modo irreparable.
Se agrega el tema de cuestionar (no censurar, cuidado) la idea de “familia”, algo que también vimos pero aquí está bien dosificado.