Enfrentarse al paso del tiempo.
A través de un trabajo paciente y totalmente personal Elizabeth Chomko nos trae a la pantalla esta historia de amor y dolor en la que una familia se enfrenta a la difícil situación de convivir con una madre que padece Mal de Alzheimer.
Con similitudes a Siempre Alice (2014) en cuestiones referidas a la enfermedad, este film se enfoca en el drama de un esposo (Robert Forster) que va a hacer hasta lo imposible para evitar la internación de su mujer (Blythe Danner) en un geriátrico, aunque esa lucha le cueste lo único que puede conservar. La película bucea en el enfrentamiento con su hijo (Michael Shannon), dueño de un bar y sumido en la depresión de no haber conseguido lo que siempre quiso, y el intento de su hija (Hilary Swank) por traer la calma y hacer lo que ella considera mejor para todos.
En cuestiones de guión, el film es muy llevadero al poseer largos diálogos y escenas en la que solo hay palabras y el hilo conductor de todo es el padecimiento del Alzheimer trayendo roces y sacando a la luz la idiosincrasia que en todas las familias habita.
El desenvolvimiento actoral es simplemente perfecto a partir de un trabajo tan personal como al que debió enfrentarse Chomko.