Hasta el año 2009 el dúo integrado por Glenn Ficarra y John Requa era conocido por su trabajo como coguionistas en films esencialmente comerciales (“Como perros y gatos”, ”Un santa no tan santa”). Todo cambió cuando en mayo de dicho año la exigente “Quincena de realizadores” del Festival de Cannes los invitó programando su primer e interesante largometraje: “I Love You Phillip Morris”, aquí conocido como “Una pareja despareja”.
Con esos antecedentes y el poderoso elenco que integra su segunda película podía esperarse más de lo que “Loco y estúpido amor” (“Crazy, Stupid, Love”) finalmente ofrece. Y como en forma recurrente acontece con las películas norteamericanas, el arranque es excelente pero a mitad del metraje el embeleso inicial en el espectador se va trastocando en creciente decepción. Al final de las casi dos horas de duración el fastidio que producen las típicas “casualidades” habrán borrado la buena impresión de una primera hora divertida y bien actuada.
Lo que entonces se rescata permitiendo, pese a los reparos ya señalados, no descartar definitivamente a esta producción son las interpretaciones. Ya en la primera escena en un restaurant en que la cámara muestra el roce “amoroso” de los pies de diversas parejas, hay una, la formada por Carl (Steve Carell) y Emily (Julianne Moore), que desentona. Acto seguido ella le confiesa, a su marido desde hace más de veinte años, que está teniendo un affaire con un colega de oficina (Kevin Bacon) y que no quiere seguir más con él. El asunto pese a lo convencional está bien retratado y gana en interés cuando aparecen otros personajes relevantes a la trama. Por un lado Jacob, un joven exitoso muy bien caracterizado por el ascendiente Ryan Gosling (“Blue Valentine: una historia de amor”) que le empieza a dar consejos a Carl, logrando que éste cambie su “look” y consiga algunas conquistas femeninas, una de las cuales, Kate, es la siempre “sexy” Marisa Tomei (recordar la primera escena de “Antes que el diablo sepas que estás muerto” del lamentablemente desaparecido Sydney Lumet).
Pero serán justamente Carl y Kate los que protagonicen las “coincidencias” ya anticipadas y que involucrarán respectivamente a la hija mayor (Emma Stone) y al hijo adolescente (Jonah Bobo) de la pareja central. Este último además tendrá una profunda debilidad por su niñera (Analeigh Tipton) algo mayor que él, quien a su vez sentirá pasión por otro de los personajes masculinos ya mencionados. Lo que entonces venía muy bien pierde fuerza a medida que se aproxima el final de uno, en realidad varios, “happy end” al que es tan afecto el público norteamericano.