Loco y estúpido amor

Crítica de Martín Morales - MM Críticas

LAS CONSECUENCIAS DE LA INFIDELIDAD

Intrincada propuesta que le brinda al espectador muy buenas escenas de comedia, con actores que se lucen en cada una de las secuencias y un espíritu romántico que acompaña de manera muy delicada la historia de desencuentros que aquí se expone.
Cal es un hombre que vive su vida con tranquilidad, no tiene demasiadas exigencias y mantiene una rutina que ha repetido por muchos años. Un día, durante una cena, su mujer le pide el divorcio y él, sin poder reaccionar ni contestarle a su esposa con el amor que se merecía, acepta su propuesta. Es momento de volver a la soltería y de volver a exponerse al género femenino luego de muchos años de estar acompañado. Es así como conoce a Jacob, un muchacho que vive feliz, con las mujeres que quiere y que le va a ayudar a volver a recobrar la masculinidad que perdió con los años.
La cinta tiene un planteo argumental que sigue un ritmo rápido y muy interesante, presentando un esquema narrativo que, si bien no es explorado al máximo, está muy bien logrado y forma un paralelismo con el título de la película. Siempre hay un poco de locura en lo que se va introduciendo, acompañada por una estupidez que en ciertos momentos, pocos, es el centro de atención (peleas y giros narrativos) y se finaliza con una demostración de amor honesta y auténtica que es agradable de ver. Todo esto forma la historia de la cinta, sin cruzar los límites de lo absurdo y siempre poniendo un freno muy bueno en los momentos que pudieron haberse convertido en innecesarios. Es una historia romántica con vueltas de tuerca, desencuentros y muchas malas decisiones por parte de cada uno de los personajes, en especial el protagónico.
El humor es inteligente y logra explorar diferentes matices argumentales que enriquecen el relato y siempre le brindan alguna sorpresa al espectador. Hay referencias a otras películas (la más visible es la de "Dirty Dancing"); hay juegos de palabras muy bien pensados; miradas que dicen más que mil palabras, muy bien impuestas en el relato; momentos de romance que son rematados con delicadeza con algún chiste o mala intención por parte de algún personaje; y mucha soltura al presentar los diferentes temas que la historia va desarrollando (traición, injusticia, dolor, desamor y lujuria, son algunos de ellos).
Cada personaje tiene su momento de destaque, esto se debe gracias a un muy bien escrito guión y a una dirección de actores que le proporciona un lucimiento excelente a los intérpretes. Steve Carell está muy bien, en especial, y pese a que su rol no es del todo novedoso en su carrera, porque logra transmitirle al espectador ese sentimiento de abandono que se ve cortado repentinamente por la ráfaga de aire que uno de los personajes le da. Él es un gran comediante y aquí, como en pasadas producciones, lo vuelve a demostrar. Julianne Moore, la esposa, se luce en los momentos dramáticos y en algunos de humor que protagoniza, aunque son pocos. Ryan Gosling (Jacob) le aporta a su personaje ese toque de realismo al cambiar de parecer en cierto momento, el necesario para que el mismo se vea creíble. Muy buena actuación. Emma Stone (Hannah) vuelve a deslumbrar con su dulzura, por la manera en la que se apodera de la atención cada vez que aparece en escena, y por protagonizar algunas de las mejores secuencias de la película (silla). Jonah Bobo y Analeigh Tipton (el hijo y la niñera, respectivamente) tienen también su historia de amor, no correspondida, bien llevada adelante, principalmente por ella. No se puede omitir el trabajo de Marisa Tomei, sin duda alguna la mejor actuación de la película y la responsable de uno de los momentos más divertidos y locos de la propuesta. Esa mezcla entre desesperación, histeria y amor que logró llevar adelante en su personaje es realmente increíble.
La fotografía acompaña muy bien la historia, jugando en muchas oportunidades con los diferentes encuadres y planos para mostrar una misma acción; la música es correcta, nunca es protagonista directa de la escena y acompaña muy bien cada secuencia; mientras que la dirección, muy acertada, se luce con los actores y con la manera en la que van apareciendo los diferentes remates y sorpresas de la película.
"Loco y Estúpido Amor" es una película divertida, con muy buenas actuaciones y una dirección que permitió el lucimiento de sus intérpretes. Retorcida, intensa y con un ritmo ágil e interesante. Una gran ironía sobre el amor bien llevada adelante. Recomendable.

UNA ESCENA A DESTACAR: reunión de padres.