Los hombres suburbanos
Tras el notable uno-dos del BAFICI 2009 con Bonus Track y 180 grados, Perrone presentó en la edición 2010 del festival porteño un film en el que describe -con su habitual capacidad de observación y sensibilidad para captar la intimidad cotidiana de sus personajes/"actores"- las miserias de una familia de clase media-baja de su Ituzaingó: grupos disfuncionales y disgregados, con empleos precarios, escasa comunicación y contención.
Como siempre, Perrone evita el subrayado, la bajada de línea y apela a pequeñas situaciones recurrentes -el obsesivo uso de los sms de los celulares, la omnipresencia de la televisión, las escenas con un pájaro enjaulado, los permanentes reclamos de ella hacia él por su falta de compromiso y adultez- para exponer así la monotonía, el hastío, la falta de incentivos y perspectivas de esos seres del conurbano bonaerense.
Perrone opta por trabajar en interiores y el resultado en términos visuales (y en cuanto a calidad de imagen final) es menos interesante que en los films apuntados de 2010. Si en distintas etapas de su carrera se fue vinculando al Perro con Jim Jarmusch, Abbas Kiarostami o Gus Van Sant (en las películas sobre skaters), esta vez el referente parece ser el portugués Pedro Costa.
De todas formas, más allá de filiaciones posibles, aún con un film menor como éste, Perrone sigue siendo un genuino, intuitivo y a esta altura sólido observador de su gente, de su zona y de sus contradicciones.