Ser padre no es para todo el mundo, no todos tienen el deseo, ni están preparados para serlo. No sólo tiene que ver con la edad, sino también con la madurez, con el momento de la vida que se transita, con la capacidad de asumir tamaño compromiso, etc.
Por estos motivos a César (Mariano González, quien es también el guionista y realizador de esta película) se le modifica su existencia cuando tiene que hacerse cargo de su pequeño hijo Alfonso (Alfonso González Lesca), que estaba bajo el cuidado de su abuelo en una casaquinta, y tiene que llevárselo consigo.
La situación es difícil porque el chico nació de una relación ocasional y su madre murió cuando el hijo tenía 2 años. Por otro lado, el protagonista terminó de hacer una rehabilitación de un par de años y ahora trabaja en el conurbano bonaerense, en una precaria fábrica de globos, y el dueño del lugar le presta una pieza para que se pueda alojar. Como la situación no es la ideal para criar a un chico, planea darlo en adopción a un matrimonio conocido por una de sus amantes.
Los días de César transcurren entre el trabajo junto a un compañero, las clases de crossfit al aire libre, los boliches, donde lleva a su hijo porque no tiene con quién dejarlo. Está siempre en continuo movimiento, el ocio no está hecho para él, su espíritu inquieto lo mantiene ocupado y el chico no entra en sus planes, no lo crió y no es parte de su vida.
El protagonista es un duro, aunque no un provocador, saber resistir y aguantar las hostilidades diarias, dice pocas palabras, pero actúa lo necesario, en forma controlada. Por su forma de ser habrá tenido un pasado duro y turbio, pero no lo demuestra, lo utiliza como una herramienta para poder vivir dignamente dentro de sus posibilidades
El film tiene mucho ritmo, Mariano González opta por escenas breves y efectivas, sin caer en sentimentalismos. Sólo mostrando hechos para que la historia tenga continuidad. Tal es así que la narración prácticamente es un medio metraje, porque apenas pasa la hora de duración, pero no precisa más ya que durante ese lapso César decidirá qué hacer con su hijo, la resolución que tomará, no sólo influirá en la vida del nene sino también en la suya también.