Pasaron nada menos que 14 años entre la primera parte de "Los increíbles" y esta esperada secuela. Sin embargo, muy poco ha cambiado en esta singular familia de superhéroes de Pixar. El director y guionista Brad Bird, que dirigió joyas como "Ratatouille" (2007) y la misma "Los increíbles", siempre afirmó que "Los increíbles 2" llegaría cuando él tuviese una historia digna de contar, y que no sería sólo una excusa para recaudar millones en la taquilla. Ahora, a la luz de los resultados, se puede decir que el éxito está asegurado, pero la historia se queda un tanto corta. La secuela arranca justo donde había terminado la primera. La diferencia está en que, esta vez, la madre Helen (Elasticgirl) saldrá a trabajar como superheroína estrella, mientras que el padre Bob (Mr. Increíble) se queda en casa para cuidar a sus tres hijos: una adolescente, un niño y un bebé, cada uno con su superpoder. El planteo de cambio de roles es interesante (es imposible no imaginar las situaciones que se disparan), pero Brad Bird no termina de explotar esta veta de comedia familiar. Lo único que realmente causa gracia son un puñado de gags físicos con los insólitos poderes del bebé Jack Jack, y también hay secuencias de acción impecables y muy imaginativas que levantan la tensión cuando el ritmo decae. Lástima que la falta de sorpresa le juega en contra a la expectativa que la película había generado.