La secuela de la película “Los Increíbles” comienza en la misma escena donde concluye la primera parte. Debido a una serie de incidentes, Bob Parr (“Mr. Increíble”) y su familia se verán obligados a sobrellevar nuevamente una vida ordinaria, por fuera de aquella de superhéroes. Helen Parr (“Elastigirl”) será llamada a conducir la campaña mediática a favor de todos los “súper” del mundo. Misión no exenta de peligros ya que para llevarla a cabo deberá enfrentarse al temible y escurridizo villano que hace su aparición en esta nueva entrega. Entretanto, Bob deberá asumir con responsabilidad el quedarse al cuidado de las tareas domésticas, lidiando nada menos que con la tímida adolescente Violeta, el inquieto Dash, y Jack Jack, el bebé con superpoderes.
Para evitar que “Rapta-pantallas” controle la ciudad, la familia Increíble, acompañada por el inseparable Tío Lucio (“Frozono”), deberá aunar fuerzas y actuar en conjunto una vez más. El film transcurre en una hipotética –aunque verosímil- década del ’60, lo cual le otorga un sugestivo clima de época con una estética sensacional. Desde el comienzo ya perfila el vértigo argumental apuntalado en potentes y convincentes escenas de acción. No descuidando, por ello, alta dosis de humor y comicidad en torno a las diversos cuadros que retratan la dinámica familiar, donde cada uno de los Increíbles hace gala de sus superpoderes. Definitivamente las escenas más celebradas por el público serán aquellas que tengan como protagonista a Edna Moda o al pequeño Jack Jack haciendo uso indiscriminado de sus poderes recién descubiertos. A pesar de estar plenamente dedicada a la lucha contra las injusticias, en todo momento “Elastigirl” se muestra como mujer y madre antes que como superhéroe. Precisamente por esto será que hacia el final bien dice uno de los personajes: “Ejercida debidamente, la paternidad es un acto heroico”.Aunque el film trata de suspender ciertas narrativas recurrentes en la industria cinematográfica al proponer, por ejemplo, al padre como encargado de la dinámica hogareña, finalmente no evita que el mensaje de la familia unida prevalezca por sobre otros, quizás, más valiosos. En una época como la presente donde las películas de superhéroes dominan las pantallas, “Los Increíbles 2” despliega de forma consistente una sólida propuesta para el entretenimiento garantizado del público de todas las edades. (M. S.)