La vuelta familiar de los superhéroes
Después de 14 años, finalmente salió la secuela de la película animada. El film supo adaptarse a la actualidad y comienza en el mismo punto que terminó la primera parte.
Pasaron catorce años desde el estreno de "Los Increíbles", y si bien su final, como toda película de superhéroes, dejaba una puerta abierta para una segunda parte, tras tanto tiempo ya nadie esperaba que se creara una secuela. Pero finalmente llegó, de la mano del mismo director, Brad Bird, y con un gran acierto que no deja de ser curioso: supo adaptarse bien a la actualidad a pesar de que la historia comienza en el mismo punto en el que terminó el filme original.
Hace catorce años, la familia "tradicional", normativamente mostraba a Helen como madre, esposa, ama de casa, que debía lidiar con sus tres hijos mientras Bob se dedicaba a trabajar como empleado y se veía frustrado por no poder utilizar sus poderes para salvar al mundo.
En esta segunda parte, será Helen la que tome las riendas económicas de la familia, mientras el Sr. Increíble debe criar a sus hijos. Esta modificación, que choca contra lo tradicional que existía una década y media atrás, la transforman en una adaptación más que acertada. En la historia de "Los Increíbles 2", Helen es reclutada por unos empresarios para liderar una campaña con la que los superhéroes vuelvan a la acción, por lo que se transforma en la nueva cara de la operación de marketing.
En tanto, Bob comienza a descubrir los asombrosos poderes del bebé Jack Jack, que ya había sorprendido en la primera película. El pequeño se roba los momentos más divertidos de esta secuela, pues también es el encargado de quitarle tensión a parte del argumento que, por momentos, se pone bastante serio más allá del humor y los diálogos en escena.
Tras una intención de divertido thriller, con varios prospectos de “villano” que aparecen y desaparecen durante el metraje, finalmente todo se pondrá complejo cuando “Rapta pantallas” (que obviamente hipnotiza vía pantallas) haga su presentación pública y amenace la ciudad. Por ello, será toda la familia la que deba volver a vestirse los trajes para restaurar el orden.
Pensada para nuevas generaciones, la segunda parte de "Los Increíbles" es sumamente entretenida y vuelve a sorprender con el guión, aunque por momentos pareciera tener la necesidad de "reinsertarse" en el mercado del cine animado, quizás con la intensión de forzar una tercera parte, y en ese sentido no arriesga dentro de la fórmula por la que fue considerada una de las mejores películas de su tiempo (fue nominada por su Guion Original en los Oscar).