“Los Inquilinos” es un thriller de horror gótico y sobrenatural dirigido por Brian O’Malley (“Let Us Prey”, 2014), cuya trama comienza cuando dos hermanos gemelos que viven dentro de una sombría mansión en la época posterior a la Primera Guerra Mundial, cumplen la mayoría de edad y deberán enfrentarse a su destino. Esto significa luchar contra una extraña maldición que va pasando de generación en generación y ellos no serán la excepción.
Más adelante, la hermana que se encuentra en su despertar sexual decide esposarse con un vecino que es un soldado que sufrió las secuelas de la guerra y perdió una pierna. De esta manera, ella intentará romper la maldición de la familia que incluye ritos de incesto y suicidio entre sus antepasados.
En el apartado técnico se destaca la fotografía a cargo de Richard Kendrick, que nos sumerge en un mundo fantasmagórico y acuático en donde habitan los difuntos. Además, abundan los paisajes boscosos y el lago que es el lugar más importante de la cinta junto con la escalofriante mansión. También vale la pena mencionar la música compuesta por Kevin Murphy, en la que se hace mucho uso de los violines para generar tensión y suspenso.
Las actuaciones más sobresalientes son las de los protagonistas Charlotte Vega y Bill Milner, que se ponen en la piel de los hermanos gemelos y ofrecen una performance perturbadora y de gran nivel.
En conclusión, esta película de tintes góticos y surrealistas hace buen uso del drama y el suspenso, dejando de lado los sustos más fáciles. Se toma su tiempo para desarrollar la trama y los personajes, pero el final resultó más que satisfactorio y logró cerrar la historia de manera sublime.
Dato extra: La cinta de origen irlandés fue el largometraje seleccionado para la clausura de la 50ª edición del Festival Internacional de Sitges.