Ensayo sobre la ceguera
"Los ojos de Julia" llega como uno de los exponentes de una nueva tendencia del cine español por el suspenso mezclado con el terror, tras una exitosa producción de "El Orfanato" -con la que comparte protagonista, y viene con el antecedente de estar producida por Guillermo del Toro (el mismo de las brillantes "El laberinto del Fauno" y "El espinazo del diablo")- y de otros títulos que han tenido su reconocimiento en la taquilla como "Rec".
Como punto común entre las tres, podríamos decir que encontramos el encierro, una situación que acorrala a los protagonistas quienes padecen una situación de difícil escape. En este caso, Julia (Belén Rueda) es una mujer que se está quedando ciega y decide visitar a su hermana gemela (obviamente también Belén Rueda con cambio de peinado!) que padeciendo esa misma patología, ya no puede ver, ya quedó completamente ciega.
Planean ese viaje de visita junto a su marido (Lluis Homar, de "Los Abrazos Rotos" la última de Almodovar, entre otras) quien luego, por distintos caminos que va tomando la trama, se descubrirá que tenía una relación con ambas.
Apenas lleguen a la casa, una noticia trágica hará que sus proyectos tomen otros caminos a los esperados y Julia será la encargada de desentrañar una misteriosa red de situaciones que rodeaban a la vida de su hermana y vincularse con ciertos hechos que están aconteciendo.
El director Guillem Morales realmente sabe darle intriga a toda la primera parte del relato. Para los amantes del género del thriller psicológico hay algunos cuantos guiños interesantes que se plantean en toda esta presentación del film (las hermanas con un toque Hitchcokiano con reminiscencias de Kim Novak en "Vértigo" y por sobre todo sobre los tramos finales un vínculo filial patológico alla "Psicosis") y la ceguera como elemento detonante para sentir a la protagonisma inmersa en un mundo frágil en donde la vulnerabilidad juega un rol importantísimo en las escenas de mayor suspenso.
Es muy interesante también como a partir de la pérdida de la vista de la protagonista, la cámara tiene un punto de vista muy particular y muchos de los personajes que interactúan con ella están o bien fuera de campo o solamente podemos ver otras partes del cuerpo pero no podemos ver claramente sus rostros. Este encuadre hace que muchas de las escenas claves ganen mayor tensión a partir de los datos que la cámara esconde o muestra parcialmente.
Pero en la segunda mitad, la película se extiende demasiado y gira sobre si misma perdiendo la fuerza con la que se había iniciado, situación que sucede frecuentemente en este tipo de filmes y tras un planteo inicial prometedor, los sucesos se acumulan, diluyendo el initerés y complicando la trama innecesariamente.
Una pareja de vecinos que pone un toque de suspenso es quizás lo más logrado de esta segunda parte del film, en donde luego se recurre a escenas más fuertes para que el espectador no pierda la atención y es ahí donde "Los Ojos de Julia" con un suspenso que venía desarrollándose sutilmente, cae en el toque de cine de terror que no le queda demasiado bien, hasta con algunos toques casi "gore" que desentonan completamente.
Los momentos en los que el guión recurre a plantear espacios cerrados, en donde se acorrala a la protagonista dan el toque asfixiante y opresivo que generan un clima particular para el desarrollo de la trama. Pero sin embargo el excelente trabajo de Belén Rueda se opaca con el del villano que la somete, poco creíble y hasta por momentos sobreactuado (no conviene decir quién es para no develar el secreto de la trama).
Sobre el final ya prácticamente sin más conejos que sacar de la galera, la película se desmorona, pero de todos modos Rueda tiene mucho magnetismo y ya nos ha hecho convincente su sufrimiento y queremos saber qué será de su suerte.
Algo frecuente es que un buen planteo inicial tiene una resolución que finalmente no logra ubicarse a la altura de lo esperado, pero "Los Ojos de Julia" cuenta con diversos elementos de interés que hubiesen redondeado mucho más en un buen producto, si se hubiese logrado un poder de síntesis para la segunda mitad del film y sostener el hilo conductor dentro del terreno del thriller sin desbarrancarse en las aguas de lo más explícito y obvio. De todos modos, un producto de buen nivel técnico que genera los sobresaltos típicos para los amantes del género.