Los senderos de la vida es una película coreana que pasó sin pena ni gloria por los cines de ese país pero fue muy bien recibida por la critica extranjera.
La trama está inspirada en un suceso que vivió la directora So Young Kim cuando era chica y su madre la dejó a cargo de sus abuelos junto a sus hermanos para irse a los Estado Unidos a buscar una vida mejor.
Es una historia dura sobre chicos que tiene que lidiar situaciones fuertes de abandono y sobreponerse a muy temprana edad para salir adelante.
Junto con la producción de terror inglesa The Children, la película presenta los mejores niños actores que pude ver en el cine en mucho tiempo.
La dirección de Young Kim es buenísima y logró capturar interpretaciones totalmente espontáneas y creíbles en las pequeñas protagonistas que no son actrices con experiencias.
La dirección de niños es una excelente vía para comprobar las dotes de un realizador. Los chicos pueden ser excelentes pero si están mal dirigidos el resultado final de una película puede ser desastroso.
Sin aturdir al espectador con golpes bajos pedorros e inverosímiles como el film Preciosa, Los senderos de la vida narra un buen cuento sobre el abandono evitando el melodrama.
Todo se narra desde la óptica de las niñas que deben lidiar con un mundo diferente a partir del momento en que su madre las deja con una tía.
El problema de este estreno me parece que pasa por el guión, donde la historia durante gran parte del film cae en el clásico cine paja donde no sucede nada relevante para los personajes. Y cuando digo nada es nada.
Son escenas con las que la directora tal vez se sintió contenta al tratar de homenajear o emular a Terrence Malick (La delgada línea roja) pero no le aporta nada a la historia.
El cine no es más artístico por ser aburrido.
La excelente película coreana Camino a casa, que se estrenó hace unos años y presentó una historia similar sobre un chico que debe acostumbrarse a vivir con su abuela cuando su madre debe dejarlo para hacer un viaje, también tenía una dirección con un enfoque minimalista pero estaba apoyado por un guión que tenía un trabajo mucho más desarrollado en los que se refiera a la relación entre los personajes. El chico vivía experiencias y tenía conflictos.
Lo mejor de El sendero de la vida viene cuando las niñas se van a vivir al campo con sus abuelos y finalmente las vemos experimentar cosas distintas mientras buscan adaptarse a una nueva vida y un futuro mejor.
Lamentablemente eso ocurre en la última parte del film y la directora pierde gran parte de su trabajo en situaciones redundantes que no llevan a ningún lado.