Es la opera prima de la guionista y directora uruguaya Lucía Garibaldi, una coproducción con nuestro país y España. Ganadora en Sundance como mejor directora y con una mención especial del jurado en el ultimo BAFICI, la película presenta a una protagonista, seria, parca, que se maneja como una depredadora cuando sus hormonas guían el deseo y sus impulsos no obtienen la reciprocidad esperada. Es una chica rebelde que no duda en poner en práctica sus ideas extremas con la naturalidad de una psicópata, pero con una elemental cuasi inocencia, propia de una adolescente en su despertar sexual con sus instintos de posesión y celos. Como si fuera un tiburón. Igualito al que aparentemente aparece en una playa tranquila para amenazar la temporada de verano de un pueblito de la costa uruguaya. Una chica peligrosa en el entorno de una familia tranquila, previsible, llena de lugares comunes, que no advierte nada de su mundo interior. Muy bien filmada, con una protagonista magnética, Romina Betancur, que cumple sus acciones con una precisión escalofriante.