El color de la noche.
Hay una conexión entre esta nueva película de Juan Pablo Martínez (Desmadre, 2011) y Drinking Buddies (la gran comedia mumblecore del año pasado, no estrenada en cines): ambas comparten un personaje femenino fuerte y luminoso, producto de la presencia de actrices que imantan a cualquier espectador. Así como Olivia Wilde, Carla Pandolfi (popularizada por la serie Violeta de Disney) ocupa, en un primer plano perfecto, toda la pantalla con su primera aparición, durante los títulos, que por otra parte marcan el terreno formal de esta pequeña película nocturna.
Las luces de neón de interiores mezcladas con las luces fuera de foco de la ciudad de Buenos Aires edifican el contorno de una historia de dos personajes algo perdidos pero “encontrados” en una cita ocasional. Luna (Pandolfi) y Leo (el cantante español Ismael Serrano) tienen un primer encuentro incómodo pero “la noche es joven”, le dice ella en un momento. Envuelven a esta historia charlas tipo mumblecore sobre el hombre como “depredador sexual” en alegorías científicas tiradas al voleo, juegos de pool/ de seducción, algo de cinefilia y cierto derrotismo clásico de la mediana edad, del que no se banca el laburo que tiene y ve en un espejo distorsionado el éxito de los cercanos.