Una noche para el amor
Luna en Leo, además de un juego de palabras que refiere al nombre de los protagonistas, es una comedia romántica sin demasiadas pretensiones. Desde el vamos, blanquea su “inspiración” en Luke & Brie Are on a First Date, cuya historia sucede en las calles de Los Angeles. En cambio, la versión local exhibe una edulcorada Buenos Aires, con locaciones en barcitos y restaurantes de Puerto Madero y Palermo. Todo muy light.
Quizá lo más destacado de esta versión dirigida por Juan Pablo Martínez es el debut como actor protagónico del cantautor Ismael Serrano, quien ya trabajó con el mismo director en El hombre que corría tras el viento. En esta oportunidad, Serrano colaboró, además, en el guión que sigue, en poco más de una hora, la primera cita entre dos treintañeros. Sus estrategias de flirteo, sus inseguridades y expectativas frente al otro.
Registrada esencialmente a dos cámaras, con primeros planos que inciden más en la intimidad que en el contexto de ambos personajes, Martínez se detiene en la deriva de Leo y Luna durante una noche. Casi en tiempo real recorren bares hasta una casona donde se encuentran con Marcos (Javier Drolas), un escritor exitoso de la “joven narrativa argentina”.
Serrano, a nivel expresivo, hace de sí mismo o casi. Un rostro imperturbable que se maneja grave, correcto e idealista. Su personaje es un español que dejó todo para convertirse en un periodista Freelance que se dedica a escribir el horóscopo. Luna es una ex modelo, por momentos eufórica, por otros insegura. Es logrado el retrato de una porteña soltera, plagada de una histeria remarcada en cada diálogo. Desde la duración a la historia, Luna en Leo es una película pequeña. Y no pide más que esa expectativa para acompañar a sus personajes.