MUJERES VENGATIVAS
Insólito traspié de Caetano (“El oso rojo”, “Pizza, birra y faso”), un crudo retratista de personajes sofocados en escenarios tensos y descontrolados. Aquí imagina una parábola redentora desde la apariencia de un “melodrama sangriento” (definición del autor) y retorcido que, sin embargo, más que impacto causa una involuntaria risa. Todo falla. Los actores parecen actuar en un acto escolar (la excepción es la vivaz María Dupláa); los diálogos son de una pobreza alarmante; la trama no da para mucho. Poco más se puede decir sobre las andanzas de una asesina a sueldo que, para poder pagar una deuda de la infancia, hace justicia por mano propia y se dedica a eliminar hombres maltratadores. Anda a los saltos, se desdobla en varios personajes, no usa armas y a falta de buenos compinches, se consuela solita. Alrededor hay violencia, perversiones, malos recuerdos, sexo enfermo, venganzas. Pero no convence. Desgano y descuidos le agregan más pesares a este filme inexplicable. ¿Usted se imagina a Lis Solari haciendo de policía? Bueno, así es todo. Solo el nombre está bien puesto.