Kick me, Teach me.
Malas Enseñanzas, último filme del célebre director televisivo Jake Kasdan, conocido por la serie Freaks y Geeks (Freak and Geeks, EE.UU. 1999-2000), donde también hizo las veces de productor; brinda a través de un claro lenguaje y narración la historia de Elizabeth Halsey, una maestra que vive del dinero de los hombres que consigue como pareja y que solo ejerce para pasar el tiempo. El filme ofrece como punto de partida el reconocimiento hacia la maestra del equipo directivo del colegio secundario donde trabajó durante un año como profesora de gramática.
Acto seguido, la ruptura de la relación con un hombre con quien estaba a punto de casarse, la obliga a cambiar de vida, teniendo que dedicarse tiempo completo a la enseñanza, lo que la sostendrá minimamente en la cuestión económica a la vez que intenta costear una futura cirugía estética para continuar con su costumbre de vivir de los hombres. Ya instalada en el colegio, Elizabeth demostrará un claro y problemático desinterés para con sus alumnos y sus colegas, a excepción del maestro sustituto, Scott Delacorte (interpretado majestuosamente por Justin Timberlake), en quien se interesa sobremanera, tanto por su aspecto como por su dinero. Por otro lado, el maestro de gimnasia del colegio mostrará el deseo hacia la protagonista, siendo desechado constantemente.
Pero el dinero acosa a Elizabeth, lo que la llevará a elevar sus malos hábitos para conseguir todo lo que desea desde dentro de la fórmula educativa: desde la operación y su costoso valor, hasta el enfrentamiento con una colega, Amy Squirrel, por el amor de Scott. Lo demás es todo mero accidente del sistema educacional estadounidense y su bizarra modalidad de manifestación hacia el mundo.
Malas Enseñanzas, desde su planteo inicial, recuerda a comedias de temáticas del absurdo tales como Supercool (Superbad, EE.UU. 2007) y Virgen a los 40 (The 40-Year-Old Virgen, EE.UU. 2005), llevando el estilo a la exageración extrema para transmitir una forzada situación cómica que, si bien se concreta, resulta cuasi-imposible generar una real empatía con personaje alguno ya que se presentan desde personalidades hiperalteradas en función de que la comedia y su efecto resulten eficaces.
Por otro lado, una dirección correcta por el ya mencionado Kasdan, demuestra talento y gusto por la colorimetría variada y funcional al estado de quienes encarnan los personajes, llevándonos a introducirnos en su trama por más trivial, trillada y estéril que resulte ya sea por la frecuencia en el uso del gag por golpe de efecto, como por el relegamiento de talentos del género como resulta ser Jason Segel que, si bien no escapa de su rol activo de fumador de marihuana como en Superfumados (Pineapple Express, EE.UU. 2008), se hace de su graciosa personalidad, carisma e ironía, heredados del Marshal Eriksen que interpreta en Cómo Conocí a su Madre (How I Met Your Mother, EE.UU. 2005 – 2011), por más que su rol en la película resulte breve.
Respecto de la cuestión técnica del filme, se puede afirmar que resulta acorde en cuanto a planos (largos y abiertos bien al tono), y al punto de vista elegido desde la narración, captando a la perfección a una Cameron Díaz excesiva pero no agresiva visualmente hablando, que se roba la carga pseudo-dramática de la producción en su totalidad, debido a su mejora corporal y a su excelente dirección actoral, que es uno de los detalles más destacables.
Locaciones que juegan a favor de las profundidades de campo y sin mucho artilugio técnico, Malas Enseñanzas resulta una propuesta divertida y destinada a pasar un tiempo con el espectador, para luego archivarse con filmes de la índole que no marcaron mucho en el público, como Se Dice de Mi (Easy A, EE.UU. 2010) y Una Conejita en el Campus (The House Bunny, EE.UU. 2008)… maestría de imágenes para películas corrientes…