A partir de uno de los personajes más ricos de la historia argentina, pero también uno de los más desconocidos, la propuesta transita entre la experimentación y los sinuosos caminos de la convencionalidad. Algunas decisiones erradas, como la incorporación en pantalla de la realizadora y los avatares de producción, resienten una reivindicación válida para alguien que hizo mucho más que organizar tertulias en su casa.
¿Quién fue Mariquita Sánchez de Thompson? ¿Qué hay detrás del mito de esta mujer que escribió memorias del virreinato, dejó obra escrita relevante y es parte del salón de las mujeres de la historia? ¿Por qué sabemos tan poco sobre ella? Esas y otras respuestas busca la realizadora Sabrina Farji. María Josepha Petrona de Todos los Santos Sánchez de Velasco y Trillo, se casó con Martín Jacobo Thompson y es mas conocida como Mariquita Sanchez de Thompson. Una de los más célebres personajes de la historia argentina, que irónicamente ha sido relegada a ser la primera interprete del Himno Nacional Argentino el 14 de mayo de 1813 en su salón literario, olvidando quizás su actividad política y fuerte compromiso en los convulsos tiempos revolucionarios, y posteriores, que protagonizó. Pero quién fue realmente Mariquita Sánchez de Thompson? Aquella mujer pintada en el centro del óleo de Pedro Subercasseaux (1909) que homenajea el Centenario de la Patria. La que llevó adelante un juicio que sentó jurisprudencia para lograr casarse con el amor de su vida. “La chica” que puso la casa para cantar una canción prohibida. ¿Qué hay detrás del mito de esta mujer que escribió memorias del virreinato, dejó obra escrita relevante y es parte del salón de las mujeres de la historia? ¿Por qué sabemos tan poco sobre ella? Todo esto se propone desvelar Farji en su documental, con elementos de ficción, con las actuaciones de Zoe Gattuso como Mariquita joven y Mayra Bonard en su rol ya adulta, para dar cuenta de la impronta del personaje. También para su construcción recurrió a personas con voces autorizadas
Después de su apuesta a la comedia con Moldavsky y Jorgelina Aruzzi en “Ex Casados”, Sabrina Farji vuelve al terreno del documental (como sus trabajos anteriores “Desmadre” o “Los Felices”) para contar la historia de Mariquita Sánchez de Thompson, para muchos una figura vinculada con los libros de Historia de la escuela primaria como la organizadora de tertulias en donde luego se entonó por primera vez el himno nacional argentino. Pero para muchos otros escritores, biógrafos, actores, actrices y para la propia directora, una clara figura de feminismo en el Río de La Plata donde en su historia personal no solamente se pone en juego estar implicada en la liberación de la Nación sino también en su independencia individual. Farji atraviesa en este trabajo diferentes texturas estéticas con las que va ilustrando el relato: utiliza fotos, cuadros, fragmentos de cartas, reportajes a historiadores y filósofos, el relato en off (con las voces de Victoria Carreras y Fabio Aste) como diferentes formas de poder armar un collage al que se suman las actuaciones de Zoe Gotusso y Mayra Bonard con un cuidado diseño de vestuario y la selección de locaciones atípicas que dan un marco escenográfico creativo y original en espacios completamente despojados y hasta subsuelos en donde la iluminación juega también un rol particular. Poniendo el foco en una mujer completamente decidida a romper, ya en aquella época, con los mandatos sociales y la ley del hombre, los testimonios de María Saenz Quesada, Dora Barrancos o Adriana Tursi, van ilustrando diferentes aspectos de su vida personal y familiar donde Mariquita se construye como una verdadera figura revolucionaria en busca de una autonomía que se disputa dentro de su propio orden familiar. , mujer revolución se acerca al enigma de Mariquita Sánchez de Thompson y descubre nuevas respuestas para preguntas que aún hoy nos seguimos haciendo. Más allá de esta imagen de una mujer empoderada en pleno siglo XIX, también hay una historia de amor que va completando la narración, huyendo de un matrimonio por compromiso y buscando su verdadero amor (¡de quien luego tiene la osadía de separarse!), con toda lo que eso significaba para su época: una verdadera mujer vanguardista, una figura apasionada por la construcción de su libertad personal. Farji acierta en una puesta donde no elige un documental de cabezas parlantes ni se ajusta a ninguna estructura formal. Por el contrario, bucea en todas las posibilidades que les da este gran personaje con implicancias sociales y políticas, para rescatarla del encasillamiento en el dato banal de la mujer en cuya casa se presentó en sociedad a nuestro Himno Nacional, sacándola de esa imagen tradicional en la Historia, donde las mujeres tienen lugares colaterales, para ponerla en el verdadero centro de la acción. En ese tránsito, Farji no puede evitar la autoreferencialidad y mezclarse a título personal en el relato, lo que no sólo suena forzado y resta fluidez sino que además una mirada totalmente externa hubiese favorecido la propuesta. Zoe Gotusso en la versión más joven de Mariquita y Mayra Bonard en la versión adulta aportan dos improntas bien diferenciadas en donde además, Farji aprovecha un interesante juego visual de mezclar lo antiguo con lo moderno, el miriñaque con un celular, una mujer del siglo XIX con tatuajes y combinar la danza, el canto y la actuación además de aportar dos figuras cargadas de sensualidad. “MARIQUITA: Mujer Revolución” se propone redimir a una de las figuras femeninas más importantes de nuestra historia y logra sumergirnos en una versión completamente diferente a la que estamos acostumbrados.
En este día patrio llega a nuestros cines Mariquita, Mujer Revolución, un documental dirigido por Sabrina Farji y protagonizado por la cantante Zoe Gotusso y la actriz Mayra Bonard. Este documental explora la vida y obra de nuestra prócer Mariquita Sánchez de Thompson, la mujer que interpretó por primera vez el himno nacional argentino. La película indaga sobre los misterios de esta mujer desde una mirada femenina actual, Zoe Gotusso se pone en el papel de la prócer para desentrañar el mito. Mariquita, Mujer Revolución, posee una estética pulida que nos adentra enseguida en lo que el documental pretende transmitir. Los recursos históricos, los legados que nos han dejado los padres de la patria y el rol invisibilizado de la mujer en momentos de revolución, son los temas planteados por la película. Artistas y académicos son quienes nos llevan de la mano en este relato. Su duración de tan solo una hora es suficiente para mantenernos atrapados en la pantalla y repensar nuestra historia como nación. Mariquita, Mujer Revolución, es un documental recomendado para quienes disfrutan de los archivos históricos y del movido siglo XIX, donde Latinoamérica comenzó a independizarse de sus colonos.
Para una mujer que fue protagonista de nuestra historia, que supo plantarse desde los albores de la revolución de mayo, siempre lúcida y guerrera, llego el momento de una valoración necesaria de la mano de Sabrina Farji. Porque a Mariquita Sánchez de Thompson que supo definirse como “Yo soy el Quijote con polleras y calzones” , hay que hacerle justicia y este documental cumple con su cometido. No solo por convocar a Zoe Gotuzzo y Mayra Bonard para encarnarla en un entorno fabril perfecto. También por los testimonios de Florencia Canale, Patricio López Méndez, Gabriel Di Melio, Cecilia Cross, Maria Saénz Quesada, Adriana Tursi, Andrea Bonelli, Graciela Batticuore. Un acercamiento a una mujer que supo enfrentarse al poder patriarcal a los 14 años, escribirle al Virrey Sobremonte, para evitar que su padre la obligue a casarse con un hombre mayor, y asi poder unirse a su primo Martin Thompson, de triste destino final. Una protagonista que paso a la historia por una pintura donde se supone estaba en su casa y cantó el himno nacional por primera vez. Una personalidad que sedujo a Sarmiento, que vivió hasta los 84 años que fascinó por sus ideas a amigos y enemigos. Un trabajo realmente valioso y necesario.
Desde las primeras imágenes de la película, la misma directora Sabrina Farji se plantea una serie de interrogantes sobre el personaje. Un cuadro representativo, la alusión al hecho histórico, la presencia de Mariquita Sánchez de Thompson. Pero el documental irá a la búsqueda de las raíces, los orígenes, el comportamiento y el lugar que ocupó como mujer entre dos siglos. En ese sentido, Mariquita, mujer revolución convergerá hacia esa línea donde se fusiona el documental y la ficción, a algunos hechos recreados y / reconstruidos, al recurso de las cabezas parlantes, al correspondiente contexto histórico, al lugar como escritora del personaje, sus relaciones de pareja, los enfrentamientos o acercamientos con políticos de entonces y, esencialmente, su palabra rectora, sus expresiones sobre el estado de las cosas que van más allá de haber sido quien albergó en su aristocrático hogar a quienes compusieron y luego entonaron por primera vez el Himno Nacional. Por razones puramente casuales, hace unos días volví a ver buena parte de El grito sagrado (1954, Luis César Amadori), clásico biopic sobre el personaje en la piel y la euforia retórica de Fanny Navarro. El film, gestado hace casi setenta años, remite a una manera de hacer cine histórico, plantando aquella bandera ideológica del peronismo de la década como interpretación simbólica. La propuesta de Farji se ubica en la vereda de enfrente en cuanto al procesamiento de los materiales. Es un documental, pero con la directora presente en varias imágenes. Es una narración establecida como un rompecabezas a armar desde lugares comunes que transmitió la historia desde una postura enciclopédica, donde la intención de la película es, justamente, desovillar y alejarse de esos lugares comunes. El film remite a un personaje poderoso de la historia argentina, aunque desde la decoración de un hecho real, como comparsa de un suceso trascendente. Pues ahí, en ese punto, Farji gana la apuesta: desprenderse del manual y fijar la atención, a través de la investigación, los testimonios y las escenas ficcionalizadas (no es este punto el más logrado del film), junto a los interrogantes que la directora continúa planteándose en relación a qué lugar realmente ocupa Mariquita Sánchez de Thompson en aquel período específico de la historia argentina. Lejos, muy lejos diría, de la ilustración y el mensaje patriótico, Mariquita, mujer revolución abre puertas para el intercambio de opiniones ya que jamás se somete a clausurar a un personaje importante, con sus virtudes, certezas e inestabilidades.
Mediante una minuciosa investigación, Sabrina Farji logra iluminar la apasionante vida de Mariquita Sánchez de Thompson, una figura que merece un reconocimiento en nuestra historia que vaya más allá de su papel como la primera mujer en interpretar el himno nacional. Mariquita, mujer revolución (2023) es un documental ficcionado que se sumerge de manera acertada en los logros y desafíos enfrentados por Mariquita Sánchez de Thompson, revelando su valentía y determinación para desafiar las normas sociales arraigadas en su época. Más allá de una mera exposición de hechos históricos, el documental profundiza en un análisis riguroso de la valentía y la resistencia de Mariquita, explorando cómo su actuar desafiante y revolucionario le permitió abrirse camino en una sociedad dominada por hombres y romper barreras sociales y culturales. La valentía y determinación de Mariquita inspiran a cuestionar y desafiar las normas sociales restrictivas que aún persisten en nuestra sociedad actual. Sabrina Farji emplea de manera hábil una combinación de recursos estéticos y narrativos para contar esta historia. Se sumerge en valiosos materiales de archivo y recopila testimonios de destacadas escritoras e historiadoras como Dora Barrancos, Florencia Canale y Graciela Batticuore, quienes aportan perspectivas únicas y enriquecedoras. Además, se utilizan momentos ficticios en los cuales las actrices Zoe Gotusso y Mayra Bonard encarnan diferentes facetas de Mariquita, ofreciendo interpretaciones distintas de su persona. Estos recursos se entrelazan de manera habilidosa para presentar una narrativa rica y cautivadora. Las actuaciones de Zoe Gotusso y Mayra Bonard transmiten de manera convincente la esencia y el espíritu de Mariquita Sánchez de Thompson en diferentes etapas de su vida. Gotusso captura con energía y pasión la juventud de Mariquita, mientras que Bonard retrata con madurez y sensibilidad a la Mariquita adulta. Su notable trabajo actoral contribuye a dar vida a esta figura histórica y a establecer una conexión emocional con el público. A través de sólidas evidencias, el documental desafía la visión limitada de Mariquita como simplemente "la mujer que cantó por primera vez el himno". Farji presenta a una mujer valiente y revolucionaria, invitándonos a reflexionar sobre la importancia de su legado en el contexto de la lucha por la igualdad de género y la emancipación de la mujer.