La premiada película de Pietro Marcello con Luca Marinelli
Adaptación de la histórica -y semi autobiográfica- novela del americano Jack London, la historia del marinero devenido escritor es ambientada en una conflictiva Italia del siglo pasado.
Hay una larga tradición de películas de revisionismo histórico en Italia, sobre todo las acontecidas en la Segunda Guerra o en la tensión entre fascistas y comunistas. Sin embargo, esta recuperación de la novela de London (escrita a principios del siglo XX) no precisa ni un tiempo ni un espacio determinado.
La historia de Martín Eden (Luca Marinelli, ganador a la mejor actuación por este papel en la Muestra de Venecia), un marinero sin educación que tras caer ocasionalmente en una familia aristocrática sueña con ser escritor y lucha hasta conseguirlo, se presenta como el puntapié inicial para hablar de muchas cosas -nunca una sola- abriendo posibilidades en una película rica en interpretaciones.
Por un lado tenemos la cuestión de clase: el proletario que no es aceptado por su condición en la familia adinerada. El conflicto se evidencia cuando se enamora de Elena (Jessica Cressy), la hija de la familia Orsini, y ella le pide que se eduque. Luego esa educación no es suficiente, necesita dinero para estar con la chica. Una vez que triunfa económicamente con la publicación de sus poemas (no sin antes ser rechazado miles de veces), aparece la ideología de los textos como un problema.
Por otra parte aparece el conflicto intelectual: mientras es criticado por los socialistas por ser individualista en sus escritos, es también criticado por los aristócratas por ser pesimista. Este “no encajar nunca” se vuelve una constante en su vida, tal es así que cargará con ese estigma como una cruz.
Pero también vemos la manera del director de La boca del lobo (La bocca del lupo, 2009) y Bella y perdida (Bella e perduta, 2015) de insertar imágenes de archivo en medio del relato. Escenas que no pueden determinarse con exactitud a qué período pertenecen: vemos un barco a vela, vemos trabajadores en la playa, una ciudad destruída, etc. Una dimensión cinematográfica que le otorga un carácter de ensueño al film, dando apertura a múltiples interpretaciones con la historia italiana contemporánea.
Martín Eden (2019) es una película muy interesante porque tiene un personaje carismático, de esos soñadores que pretenden llevarse el mundo por delante y vivir con intensidad cada oportunidad que se le presenta. Pero también, al modo de Luchino Visconti (Rocco y sus hermanos, El gatopardo), el film supera la historia que se cuenta para abordar dimensiones sociales y filosóficas, sin jamás subrayarlas, con una capacidad sorprendente.