“Martín Eden” de Pietro Marcello. Crítica.
Un viaje de transformación a través de la cultura.
La película del director italiano Pietro Marcello, que se estrena el próximo 5 de agosto, es una adaptación libre de la novela homónima del escritor Jack London publicada en 1909.
Una historia autobiográfica, que el realizador traslada desde Oakland, en California, en la versión original hasta Nápoles, en el sur de Italia, para Introducir su impronta en la obra añadiendo nuevas particularidades, dentro de una cultura que se construye más familiar para el cineasta.
El protagonista, que lleva el nombre del film interpretado de manera magnífica por Luca Marinelli, es un joven autodidacta, humilde y de pueblo, que se gana la vida trabajando como marinero. Sin embargo, su vida iniciará una transformación el día que defiende al adinerado Arturo Orsini de recibir una paliza por un trabajador del puerto. El chico de familia rica, en agradecimiento invita a Martín a su mansión, sitio en donde el inmaduro navegante conoce a Elena, hermana de Arturo, de la que se verá intensamente atraído.
Elena será la fuente de inspiración del protagonista, que comienza a ilustrarse así mismo descubriendo en su enamorada la pasión por la lectura y la escritura. Escenario que transporta a Martín a una obsesión por convertirse en escritor enfrentando los diversos obstáculos. Ilusionado en alcanzar el éxito, que lo sitúe en una alta posición económica, similar a la familia de Elena.
Es así, que en busca de superar su status, Martín empieza una nueva vida, entre la realización de duros trabajos, necesarios para subsistir y su deseo de llegar a ser un gran literato, que lo lleva a embarcarse en un mundo de conocimiento alcanzado por grandes obras literarias de poetas y filósofos, en donde también se cruzará con ideas socialistas y de izquierda.
De esta manera, se expone la vida del joven marinero, que en esta búsqueda insaciable, escribe sin parar a pesar de las frustraciones al recibir de regreso sus escritos, rechazados a la hora de ser publicados. Entre tanto, Martín martilla las teclas de su máquina de escribir, transformando este sonido en una especie de banda sonora, que acompaña el montaje de imágenes que se suceden en paralelo.
Este será un camino dificultoso, del cual el protagonista no solo deberá soportar los rechazos de los editores, sino también los de su enamorada y de por supuesto, su familia burguesa. En una Italia marcada a fuego por los diferentes conflictos políticos, como el fascismo y la guerra, aunque no se remarque con exactitud la época en que transcurre el relato. Es decir, una historia anacrónica, que sin embargo busca subrayar el surgimiento de los diferentes movimientos sociales y el crecimiento intelectual de un hombre en solitario y en permanente lucha por sus ideales.
Disponible en las siguientes salas: