Matar o morir (Peppermint) de Pierre Morel con Jennifer Garner. // Por CJ. Colantonio.
Para quien le gusta la violencia y en este caso femenina, está invitado a ver algo que en muchas ocasiones te hará reír de lo absurdo, y no me refiero a que las mujeres no sean rudas (no entremos en campo minado), pero de aquí a cargarse a la policía, al FBI, a los narcotraficantes… hay una gran diferencia. Y no es spoiler, desde el principio sabes que todo esto que va a pasar porque además empieza en un pequeño raconto. Acá la idea es el “cómo”, aunque cuando llega el momento, no te sorprende en absoluto, lento y sin sonido. A mi modo de ver, tendría que haber sido todo lo contrario. Rápido, como en un abrir y cerrar de ojos (así se te va la vida); pero no, la combinación de lo peor del cine yanqui (efectista) y lo franchute (extremadamente discursivo); es como ir al McDonald's y que te den un BigMac pero en una baguete, con las hamburguesas de lado.
Claro, el guionista no era Luc Besson, quien le escribió Taken. Con decirte que para graficar que una mujer está acostumbrada al dolor, a perder sangre, la protagonista se pone una toallita femenina… un gag de medio pelo que hubiera sido más efectivo usado por un hombre. Aún no entiendo quien lee estos guiones porque allá en yanquilandia los revisan una y otra vez. Capaz se les cayó una taza de café y quedó aprobado. Con decirte que el título original corresponde al helado que le gustaba a su hija, de menta…
Entiendo que para un director como Pierre Morel, le puede resultar difícil darse cuenta que la protagonista no es Liam Nesson (un ex agente de la CIA y de las Fuerzas Especiales, experto en seguridad y en combate cuerpo a cuerpo), quien derriba todas las paredes, o personas que hagan falta para rescatar a su hija contratiempo y antes que la vendan, pero lo hace para desenmascarar una red de prostitución comandado por Albaneses. Acá, ella lo hace por venganza, que no es poco y no desenmascara nada, sino que todos sabían, pero policías, jueces, varios estaban comprados y los demás una sarta de inútiles. AH, los narcotraficantes son latinos, aprobados por Trump. ¿Ya lo viste? Yo también. Igual sé que irás, Jennifer sigue buena (me refiero al lomo, pero le falta chimichurri para actuar).