Matar o morir es una película de acción protagonizada por Jennifer Garner, quien vuelve al género, luego de su gran interpretación en la serie Alias. En este caso interpreta a Riley North, una mujer que busca vengar la muerte de su esposo e hija, asesinados por un Cartel Mejicano. La dirección está a cargo de Pierre Morel, quien maneja con mucho oficio este género, como lo demostró con Búsqueda Implacable, su segunda película. Completan el elenco John Gallagher Jr. como el detective Stan Carmichel, John Ortiz, Juan Pablo Raba y Annie Ilonze.
El personaje de Jennifer Garner se asemeja al de Samanta Caine, que interpretó Geena Davies en El largo beso del adiós, porque ambas son esposas y madres de familia comunes y corrientes, que por determinadas circunstancias se convierten en asesinas implacables. Y en este caso las motivaciones de sus protagonistas son más que claras, porque como espectadores no podemos dejar de sentir empatía ante su sufrimiento, aunque nos resulten moralmente cuestionables sus acciones.
Desde el punto de vista técnico vale la pena destacar lo bien resuelta que está la escena del asesinato del marido y la hija de Riley North, mediante el uso de la cámara lenta y la ausencia de sonido, lo que le otorga mucho más dramatismo a la situación y evita caer en golpes bajos. También hay que destacar el uso de violencia explícita para las escenas de acción, donde no ahorran en derrochar sangre para mostrar tanto la crueldad de los villanos como la falta de piedad con ellos de su protagonista.
Y los escasos momentos de humor, negro y cruel por cierto, sirven para evitar los posibles golpes bajos, y hacer que la trama se centre más en la acción que en la tragedia. Esto se debe a que la segunda es la excusa que sostiene a la primera, y es por eso que Pierre Morel le presta más atención a la verosimilitud que al realismo en muchas de las escenas combate.
En conclusión, Matar o morir es una película de acción pensada para el lucimiento de su protagonista, Jennifer Garner. Y esto se logra gracias a su carisma y destreza física, que su director supo aprovechar al máximo. Por eso si bien está lejos de ser una obra maestra, está claro que es porque nadie se lo propuso, pero eso no quiere decir que no cumpla su objetivo de ser sumamente entretenida.