El porno y yo
A diferencia de lo que puede suponerse, Maytland (2010) no es una biopic sobre el pionero del cine pornográfico en la Argentina Víctor Maytland, sino una ficción que tiene al viejo Maytland de protagonista haciendo de él mismo. Lo que se cuenta es tan ridículo y patético como las historias dentro de las películas pornográficas del director.
Víctor Maytland vive el ocaso de su carrera, ya no hay mercado para las “porno con historia” que él realiza. La gente que lo acompañó en su carrera le da la espalda. Su productor no quiere perder dinero, los actores están viejos y sólo su hijo se interesa por ayudarlo a filmar su última epopeya titulada Exxxterminio que, según dice, transcurrirá en los años setenta y la primera escena de sexo se desarrollará en una proyección clandestina de La hora de los hornos (1968).
El principal problema del filme de Marcelo Charras es que no define su rumbo. No termina de ser una parodia auto reflexiva, un cliché autobiográfico o un homenaje al legendario realizador. En algunos tramos se lo ve como un Ed Wood del cine porno, considerándolo un artista incomprendido, por momentos es un ser solitario y patético, mostrando su panza en la pileta pelo pincho de su terraza, y en otros un ser bondadoso y simpático que sabe como consolar a sus actrices o responder las preguntas difíciles de su hijo. Lo cierto es que estos desajustes entorpecen la fluidez narrativa dificultando cualquiera de los objetivos que el film pretenda alcanzar.
Sin embargo, y haciendo una comparación con la filmografía de Maytland, que incluye títulos como Las tortugas pinjas (1990) (considerada la primera porno argentina), Los pinjapiedras (1991), el reality show Expedición Sex y Cosecha de lujuria (2003), se justifica lo narrativo del filme de Charras, argumentada por la idea acerca del cine de su protagonista: contar una historia más allá del sexo.
El misterio generado a partir de la falta de una copia de Las tortugas pinjas (que se encuentra para descargar en internet) es descabellado, al igual que la extraña desaparición de una actriz en el rodaje. Estas leyendas que se enlazan en la película son las que construyen el mito acerca de Víctor Maytland, la historia de un director frustrado en la frustrada historia del cine porno argentino, valga la redundancia.