La última película
La ópera prima de Marcelo Charras ficcionaliza sobre la vida de Víctor Maytland, el legendario productor y director de películas porno en Argentina. El juego del "cine dentro del cine", realidad y ficción, se mezclan en esta propuesta que muestra los días del creador de infinidad de películas condicionadas rodadas en la zona del Delta.
Cansado del género XXX, Maytland desea hacer un film diferente, basado en sus recuerdos de joven militante peronista, pero enfrenta las dudas y exigencias de un productor (Adrián Martel) que le plantea "¿Qué tiene que ver la política con el sexo?".
"El cine que yo hago se está muriendo" asegura el protagonista mientras trata de convencer a una actriz porno para que participe en su nueva creación, vinculada a los años 70 y a los campos de detención.
El relato de Marcelo Charras muestra la otra cara de un cineasta: su ocaso, la relación con su hijo Luciano y la desesperanza por no encontrar apoyo financiero para hacer la película que verdaderamente sueña. Charras lo logra a través de un film crepuscular que documenta además un negocio del que casi no quedan rastros: ni la película Las Tortugas Pinjas, la primera porno nacional, se puede ubicar en el mercado, sólo la cajita que Luciano encuentra en un viejo local.
Las imágenes porno aparecen como en un segundo plano, como si fueran parte de un pasado que no debe volver, mientras Maytland realiza la lectura del guión con su actriz fetiche, descansa en una pileta Pelopincho y riega las plantas.
El film también abre otra historia: la de Luciano, quien comienza a investigar por qué su padre no habla de su primera creación. Pasado, misterio, sexo y un presente incierto son los motores de la historia.