Bellísima analogía entre el mar, el agua y el alma femenina, Medusas es un film israelí capaz de contar un puñado de historias dispares y encadenarlas sin perder nunca su línea narrativa. Situaciones costumbristas y cotidianas en el marco urbano de Tel Aviv que no sólo atraen y comprometen emocionalmente sino que también incluyen, imperceptiblemente, un universo surreal, onírico y metafórico. Una mesera de catering que recoge a una niña aparentemente abandonada en la playa, una pareja que atraviesa una accidentada luna de miel, una mujer filipina que cuida ancianos y que desea volver a su país con un barco de juguete para el cumpleaños de su hijo, una mujer que vive una relación conflictiva con su hija actriz y que desea desesperadamente dar y recibir afecto, son algunos de los personajes que recorren la pantalla en su muy corto metraje.
Esa compleja estructura coral presentada por la pareja de escritores y ahora cineastas Etgar Keret y Shira Geffen da la sensación que dejará unos cuantos cabos sueltos que deberán ser completados por la imaginación al espectador, sin embargo, el brillante guión de ambos –colmado de pequeñas sorpresas- se las ingenia para esbozar un destino claro para todas esas frágiles y entrañables criaturas. Las sensibles composiciones de todo el elenco redondean una pequeña, poética e imperdible joya fílmica.