Miró. Las huellas del olvido

Crítica de Juan Pablo Russo - EscribiendoCine

Perdido

En Miró. Las huellas del olvido (2018) la documentalista Franca González (Tótem, Al fin del mundo) va tras los rastros de Mariano Miró, un pueblo desaparecido en la provincia de La Pampa que hoy yace sepultado bajo campos sojeros.

En el norte de la provincia de La Pampa existió durante algunos años de principios del siglo pasado Mariano Miró. El pueblo, habitado por 500 habitantes solo existió por algo más de diez años (1901 -1912). Y con el tiempo también desapareció de la memoria colectiva de la gente. Pero hace cuatro años un arado desenterró por casualidad una serie de fragmentos físicos que pertenecían a los habitantes de Miró y se produjo un redescubrimiento. Franca González revuelve entre los escombros y la memoria para reconstruir la otra historia de Miró.

Un pueblo desaparecido del que poco se sabe es de por sí una historia atrapante para un documental. Los abordajes pueden ser disimiles como así también los resultados. González, con una vasta experiencia en el cine documental poético, lo trabaja de un modo arqueológico en paralelo a la investigación que realiza un grupo de arqueólogos de la UBA.

La historia en si es casi anecdótica y ante la carencia de información no hay mucho que contar más lo básico que ya se sabe, pero lo interesante en Miró. Las huellas del olvido son las historias que se esconden detrás del pueblo desaparecido. Historias mínimas de aquellas familias que habitaron el lugar. Una serie de relatos intimistas narrados desde diferentes ópticas con versiones que se contradicen de acuerdo al punto de vista.

Evitando caer en los lugares comunes de la voz en off y el recurso del archivo visual para trabajar el relato desde el pasado, González filma el espacio físico desde el presente a través de un lapsus temporal donde no siempre es igual y cuenta la historia a través de una serie de cartas que conducen al espectador hacia un pasado imaginario.

Miró. Las huellas del olvido es un documental sobre la perdida, pero no sobre la perdida física, aunque la historia se centre en un pueblo que ya no está, sino sobre la perdida de la memoria histórica ante lo que algunos decidieron que era preferible olvidar.