Curiosidad que incluye a una joven china que no habla chino, ingredientes de policial de denuncia, dibujos animados y asomos de cine de terror. Como en sus anteriores Vagón fumador y Agua, la directora ofrece momentos inspirados, pero lo que al comienzo prometen la historia, la protagonista y la música, van desdibujándose con poca lógica.