Contando con un material muy poco difundido que gira alrededor de una suerte de Mundial de Fútbol reducido que tuvo lugar a fines del año 1980, Mundialito ofrece un más que interesante documento acerca de toda un época. Ya de por sí los videos y fílmicos que registran ese poco recordado y a la vez histórico torneo futbolístico, que se realizó en esa única oportunidad, justificaban un film del género, pero esto se complementa con los testimonios y el concepto puesto en juego en el documental. El director uruguayo Sebastián Bednarik unió dos hechos que en su momento estuvieron unidos pero que no trascendieron demasiado en otras latitudes: un plebiscito constitucional que la dictadura uruguaya organizó para perpetuarse con mayor legitimidad en el poder, que iba a tener su correlato en ese inédito mini-campeonato mundial organizado con el aval de la FIFA con equipos representantes de la elite futbolística. La idea del gobierno de facto era que el resultado favorable del plebiscito sea coronado por un gran éxito deportivo, pero ambos emprendimientos adquieren simbolismos muy diferentes a los esperados. Ese núcleo ideológico del film se ve enriquecido por sustanciosas reflexiones de jugadores, dirigentes, presos políticos y otros protagonistas de esos singulares sucesos.