Las diásporas de los pueblos.
En el año 2000 Nicolás Avruj partió a Israel de vacaciones para visitar a su primo y comenzó sin proponérselo un camino que definiría su carrera. Tras un recorrido por Tel Aviv y Jerusalén, el joven director entra en la Franja de Gaza y encuentra la versión palestina de ese milenario conflicto que se acentúa en el siglo XX tras la caída del Imperio Otomano, la ocupación británica y el triunfo militar israelí. NEY: Nosotros, ellos y yo reconstruye a partir de la narración del director la historia del viaje y sus descubrimientos. Avruj reflexiona sobre los personajes que conoce, sobre el extremismo de ambos lados y el discurso maniqueo alrededor del conflicto y la reciente y frágil paz, firmada entre el Estado de Israel y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) en 1994 en Oslo.
En Gaza, un Avruj perdido recibe la hospitalidad de algunos palestinos que de a poco se van abriendo y dan su visión del conflicto. Siguiendo a unos periodistas, se encuentra en medio del comienzo de la segunda intifada -que duró cinco años- y hasta asiste por casualidad a un acto de la entonces segunda fuerza política palestina, Hamas, de orientación más extremista y combativa que Al-Fatah. De a poco el director va comprendiendo el legado de la derrota, a partir de un involucramiento físico total en la situación y la herencia que el pueblo palestino acarrea, y ve cómo el gobierno israelí va desplazando a los palestinos de sus tierras en Cisjordania. Allí conoce algunos movimientos que se oponen a estas políticas beligerantes y documenta sus protestas.
El director logra -a partir de una toma de distancia temporal e intelectual- retomar su material para reflexionar y dar una forma narrativa a un debate que se dirime en las calles y en las mesas de negociación de los países industrializados que controlan la vida y la muerte de millones de personas. La gran labor de edición de Andrea Kleinman, que le da sentido a unas vacaciones que se convierten en una gran aventura política y personal, se encuentra con la música de Simja Dujov y la intervención de Sebastián Muller, quien ofrece una mirada a la vez intima y global sobre esta experiencia única.
NEY: Nosotros, ellos y yo traspasa así todas las fronteras culturales para interpelar a los espectadores y estimularlos hacia un involucramiento en uno de los temas más complejos de la política internacional. Desde una reflexión trabajada y pulida durante quince años sobre acontecimientos que es necesario no perder de vista, Avruj descubre la importancia de dejar que el material cobre vida propia para dejar que él nos lleve por el camino, en lugar de imponerle un sentido sin la preparación necesaria.