Hace poco leía una crítica sobre este film donde el ignorante que escribía expresaba que no se podía esperar mucho de esta propuesta si la producción estaba basada en una película para televisión de los años ´70.
Menos comprensión del cine y el género que Osvaldo Quiroga, que ya es un límite al que puede llegar el esnobismo y la ignorancia dentro de la crítica cinematográfica.
Los años ´70 fueron emblemáticos para el cine de terror y las cosas que se hacían eran tan grosas que inclusive las producciones televisivas eran realmente geniales.
Hubo dos películas que sobresalieron especialmente.
Una de ellas fue Trilogía de Terror (1975), del director Dan Curtis, el mismo de Posesión Diabólica (Burnt Offerings), que protagonizo Karen Black y estaba basada en relatos de Richard Matheson (Soy leyenda).
El otro caso es el de No le temas a la oscuridad, de 1973, que en su momento recibió críticas excelentes de la prensa y hoy es considerado uno de los clásicos más importantes de aquellos años.
A lo que voy con esto es que esta remake que produjo Guillermo Del Toro se basa en una película que fue realmente importante en su momento.
La nueva versión si bien toma el concepto del film original, la trama que presenta es muy distinta.
Uno de los puntos fuertes de film es la temática que brinda esta remake que me pareció muy buena porque no se trata demasiado en el cine.
Por lo general cuando se trabaja con duendes y hadas en las películas siempre se retrata a estos seres desde la mirada más positiva.
Sin embargo, dentro de la literatura, muy especialmente la que pertenece a la cultura celta y germánica, son numerosos los relatos que existen donde los duendes y las hadas hacen cosas terribles.
El rapto de personas y niños sobre todo, son un clásico de estas viejas leyendas.
No le temas a la oscuridad tiene que ver con estas historias y la verdad que el tema estuvo muy bien trabajado.
El inconveniente de este film me parece que pasa cuestiones narrativas.
La versión original se destacaba por los climas de tensión y suspenso que generó el director John Newland a través de las sutilezas. La película lograba asustarte por medio de las cosas que no te mostraba, además de una soberbia banda de sonido de Marco Beltrami.
La remake, en cambio, es más burda en ese sentido y me parece que al exponer tanto a los duendes diabólicos el film perdió la gracia enseguida.
Además los efectos especiales no funcionan bien en todas las escenas y en algunos momentos se ven artificiales.
Mejor trabajo hicieron con el diseño de producción que es fabuloso.
No es de extrañar que los aspectos estéticos de este estreno representen las mejores cualidades de esta remake, teniendo en cuenta que el director Troy Nixey es un artista de cómics que se destacó por sus ilustraciones para la revista de Batman y la miniserie “Jenny Finn” de Mike Mignola (Hellboy) y la tiene clara a la hora de crear los ambientes perfectos para estos relatos.
Toda la ambientación de la mansión donde transcurre el film es fabuloso y el reparto también hizo un buen trabajo. El tema es que el director no llegó a lograr lo mismo a la hora de trabajar el suspenso y la tensión.
No le temas a la Oscuridad no es una película precisamente aterradora.
En el Fantasia Film Festival, donde Guillermo Del Toro presentó oficialmente la película expresó que el film estaba dirigido a la generaciones más jóvenes de fans del terror de 12 y 13 años que es la edad en la que él descubrió la versión original de esta historia.
En ese sentido la película cumplió su objetivo, ya que es el segmento del público que más va a disfrutar este estreno.